En el Consejo de Ministros del pasado 6 de junio, el Gobierno aprobó limitar las comisiones por pagos con tarjeta que los bancos cobran a los comercios.
Cuando un establecimiento comercial contrata un TPV (terminal punto de venta) con un banco para cobrar por tarjeta, la entidad bancaria puede cobrar o no un coste de alta, pero seguro que cobra un porcentaje por cada transacción que se efectúa con tarjeta.
Este porcentaje oscila de un banco a otro, pero suele estar sobre el 1% del valor de la venta. Así, aunque mucha gente no lo sabe, hemos de tener en cuenta que cuando pagamos con tarjeta en un supermercado, un restaurante, una tienda o cualquier otro establecimiento (físico u online), el comercio se lleva menos dinero que si pagáramos en efectivo, quedándose el banco la diferencia.
A los comercios siempre les sale más barato cobrar en efectivo, pero tienen prohibido por ley ofrecer un descuento o un precio más bajo a los clientes que paguen en metálico.
Como muchos usuarios no son conscientes de ello, el precio es el mismo y cada vez se pagan más compras con tarjeta, los comercios van viendo reducida su ganancia cada vez más, suponiendo en la actualidad un sobrecoste anual para ellos de más de 10.000 millones de euros en toda la Unión Europea.
Siguiendo recomendaciones del Parlamento Europeo, ahora el Gobierno aprueba una rebaja obligando a los bancos a cobrar a los comercios como máximo un 0,3% por transacción con tarjeta de crédito y un 0,2% por transacción con tarjeta de débito.
Se supone que esta rebaja en los costes para los comercios se traducirá en bajada de precios para los consumidores, pero Adicae (asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros) o Asgeco (Asociación General de Consumidores) no lo tienen tan claro, ya que siendo los bancos los que manejan todos los instrumentos, pueden aumentar comisiones tanto a comercios en otros servicios bancarios como a consumidores en comisiones por tarjetas.
La banca se ha mostrado molesta con esta medida del Gobierno, pero oficialmente espera compensar la caída de márgenes con el aumento de las transacciones con tarjeta.
Parece que los bancos acaban de anunciar que para contrarestar la caída de ingresos van a empezar a cobrar por el alquiler del TPV, para cubrir el coste del datáfono (unos 180 euros), del soporte informático (que cobran redes como 4B, Servired o 6000) y del riesgo de fraude, incluso no nos extrañaría nada que impusieran un compromiso de permanencia.
Como referencia para comercios, ING Direct por ejemplo ya ha reaccionado y ahora mismo podemos encontrar uno de los TPV más ventajosos con la Cuenta Negocios de ING Direct, que ofrece la instalación gratis de todas las modalidades de TPV (físico, ADSL, GPRS y virtual), mantenimiento gratuito si se superan los 500 € al mes en transacciones y una comisión del 0,50% por operación (hasta hace unos días era del 0,85%) de pago con tarjeta.
La mayoría de bancos ofrecen a los comercios el servicio de TPV, tanto físico como virtual, como por ejemplo la Cuenta Expansión Negocios de Banco Sabadell o la Cuenta Profesional db de Deutsche Bank.
Aunque se incrementen comisiones con la nueva media, las entidades online como ING direct siempre son más baratas y suponemos que seguirán siéndolo, con lo que son las que recomendamos.
Otras modalidades de TPV pueden ser como las de Payleven, que ofrecen una solución de cobro por tarjeta por ejemplo a profesionales que hacen trabajos a domicilio u otros como taxistas, ya que se trata de un TPV conectado a un móvil, que no tiene mantenimiento ni cuotas ni depende de bancos, pero cobra un 2,75% de comisión por operación y puede ser el compelemento ideal al TPV tradicional.
Para consumidores, desde Busconómico siempre recomendamos trabajar con bancos sin comisiones y bancos online, ya que aunque se aumenten comisiones de manera global con esta nueva medida del Gobierno, estas entidades siempre se mantendrán más baratas que el resto, y dudamos mucho de que las tarjetas de crédito y débito gratuitas que ofrecen dejen de serlo.
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