Contenido del artículo
Las compras realizadas a través de Internet continúan creciendo de manera exponencial. El pasado año, el “ecommerce” aumentó sus ventas un 27% en España, situándose en la cuarta posición del mundo.
Cada español gasta, de media, casi 700 euros en comprar a través de la red en casi 22 compras realizadas en todo el año, lo que da una idea de la magnitud que está adquiriendo el comercio electrónico.
Sin embargo, a pesar de este espectacular crecimiento, todavía son muchas las personas que se muestran reacias a comprar por Internet.
La principal razón es la sensación de inseguridad y vulnerabilidad que a muchas personas les provoca dar su tarjeta de crédito en una transacción virtual.
Según la consultora Nielsen, el 43% de los españoles no compra por Internet por miedo al uso fraudulento que puedan realizar de su tarjeta.
Este miedo no debería ser impedimento para que muchas personas dejen de aprovechar las oportunidades tan interesantes que brinda la red.
Por eso, y aunque cualquier tipo de tarjeta es buena para comprar por Internet, las entidades financieras comenzaron hace unos años a emitir tarjetas de prepago para romper el miedo a utilizarlas en las transacciones a través de la red.
Las tarjetas de prepago son un tipo de tarjeta similar a las tarjetas de crédito o de débito que cuentan con la característica de que es necesario recargarlas antes de utilizarlas. Con ellas se pueden efectuar transacciones cuyo valor no exceda el saldo total de la tarjeta en cada momento.
De hecho, es tan específico su fin último (el de comprar por Internet) que la mayoría de ellas no ofrecen un soporte físico, es decir, no existe la típica tarjeta de plástico que solemos utilizar en nuestras transacciones habituales.
La mayoría se comercializan en soporte virtual, manteniendo las mismas características de seguridad (fecha de caducidad y CVV) que sus hermanas mayores (débito y crédito).
Casi todas las entidades financieras ofrecen a través de sus servicios de banca virtual tarjetas de este tipo, que son contratables directamente a través de Internet, desde donde también se pueden recargar y consultar su saldo actual y las compras realizadas con ella.
Entre las tarjetas más interesantes para comprar por Internet, destacan las siguientes:
Cybertarjeta de La Caixa: se trata de una tarjeta de prepago que permite cargarla con el importe exacto de la compra, y es exclusiva para comprar por Internet, ya que no tiene soporte físico. El único inconveniente es que cada recarga aplica una comisión del 1% de la cantidad, con un mínimo de 1 euro.
Tarjeta e-cash del Banco Santander: se trata de una tarjeta gratuita e independiente, al no estar ligada a otras. No tiene cuota de emisión el primer año, ni de renovación si realizas tres compras al año. Además, los viajes que compres con ella están totalmente asegurados, y es ecológica.
Tarjeta Virtual BBVA: esta tarjeta no tiene ni cuotas ni comisiones en su contratación, aunque ofrece un soporte físico para realizar compras tanto por Internet como en establecimientos comerciales. Tiene un límite de 600 euros.
Además de las tarjetas virtuales, desde un tiempo a esta parte ha adquirido gran relevancia servicios como Paypal.
Se trata de un sistema de pago rápido y seguro asociado a la tarjeta bancaria del usuario, que tiene como ventaja principal la comodidad que ofrece al usuario, que no tiene que introducir sus datos cada vez que quiera comprar algo (tan solo necesita un correo electrónico).
Además, es más seguro, pues a la propia seguridad de la tarjeta se añade la seguridad propia de Paypal.
Sin embargo, no todos los comercios aceptan este método de pago por las comisiones que tiene que pagar el establecimiento. En este sentido, este sistema es poco interesante si se quiere utilizar para realizar compras para cualquier establecimiento.
Artículos más leídos
La Cuenta Online Sabadell sigue ofreciendo un 2,00% de rentabilidad por los primeros 20.000 € de manera indefinida, pero ahora también te llevas 50 € al contratar la cuenta si haces pagos son su tarje..