Una tarjeta bancaria es un instrumento que permite operar como si se tratase de dinero en efectivo sin necesidad de llevarlo encima. Las tarjetas son el medio de pago más extendido en comercios y el instrumento habitual para retirar dinero en efectivo
en cualquier cajero del mundo. Cada vez es más habitual que además las tarjetas lleven asociados otros servicios bancarios para facilitar trámites a sus clientes.
En el comparador de tarjetas de Busconómico tienes a tu disposición toda la información de las tarjetas de crédito, débito y prepago que te ofrecen los bancos españoles así como otras empresas financieras, compara de forma sencilla las principales
características de cada una de estas tarjetas para encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades. Con el comparador puedes filtrar de forma rápida según el tipo de tarjetas, el límite de crédito y por las que no tienen una cuota anual.

El comparador de tarjetas de Busconómico te presenta la misma información que podrías encontrar en la página del banco pero con la ventaja de que puedes comparar tarjetas de varios bancos al mismo tiempo. Si bien la información se actualiza
de forma regular es conveniente siempre confirmar en los sitios webs del banco o la tarjeta antes de contratar, para eso siempre enlazamos a la fuente. Para conocer al detalle las características, condiciones, comisiones u opiniones de una tarjeta
de crédito o débito en particular pincha en el botón “Más Info” para obtener una información completa.
Tipos de tarjeta y sus diferencias: tarjetas de crédito, débito y prepago
Las tarjetas se dividen principalmente en 3 tipos bien diferenciados, aunque hay tarjetas mixtas, cuya principal diferencia es la modalidad de pago. Los 3 tipos son:
- Tarjetas de crédito: es habitual cuando coloquialmente se habla de tarjetas bancarias referirse a ellas como “tarjetas de crédito”, pero no todas las tarjetas son de crédito. La característica principal de las tarjetas de crédito es que al realizar un pago con ellas el importe no es pagado de forma inmediata por el dinero del titular de la tarjeta. El comercio cobra al instante pero
el cliente en realidad financia la compra y deberá pagar al vencimiento el importe de la compra y los intereses generados, es decir el titular paga “a crédito”. El hecho de pagar con una tarjeta de crédito no siempre supone necesariamente
el pago de intereses ya que según la modalidad de pago que tenga el cliente puede ser que no se carguen intereses (pago a fin de mes). Para ser titular de una tarjeta de crédito hay que solicitarla y superar el estudio de riesgo de la entidad
emisora de la tarjeta.
- Tarjetas de débito: este tipo de tarjeta son simplemente un medio de pago o un instrumento para retirar dinero. Tanto el pago como las retiradas de efectivo se cargan al instante en la cuenta corriente del cliente, si no hay saldo suficiente
en la cuenta la operación no se puede realizar. Este tipo de tarjetas no permiten endeudarse ni financiar compras por lo que tampoco hay que pagar intereses. Son lo más parecido a un pago en efectivo pero sin necesidad de llevar dinero encima.
- Tarjetas prepago: el funcionamiento es similar al de las tarjetas de débito pero al realizar un pago o sacar dinero el importe no se carga en la cuenta del cliente, es una tarjeta que se recarga por el importe que cada titular quiera y
solamente se puede gastar hasta el límite por el que se ha recargado, es decir los cargos no se hacen en una cuenta sino en el saldo de la propia tarjeta. Hasta ahora las tarjetas prepago eran las grandes desconocidas pero comienzan a tener
cierta popularidad por la gran seguridad que otorgan en compras online ya que el cliente la recarga por el importe de la compra que va a realizar y tras el pago la tarjeta vuelve a tener un saldo 0 evitando suplantaciones de identidad o compras
fraudulentas. Su uso también se está extendiendo para menores de edad, incentivos de empresa, regalos y otros usos.
La principal diferencia que presenta estos tres tipos de tarjetas es la forma de pago, las tarjetas de crédito nos permiten realizar compras a crédito y pagarlas a fin de mes o en plazos, con las tarjetas de débito debemos tener el dinero en nuestra
cuenta asociada a la tarjeta en el momento de realizar una compra ya que el importe de la misma se cargará en nuestra cuenta en el mismo momento, si no tenemos saldo puede rebotar la transacción y las tarjetas prepago como bien dice el nombre
antes de poder utilizarlas hay que cargarlas con dinero y solamente podremos gastar lo que hayamos ingresado.
¿Qué tarjeta debo contratar?
Como hemos visto los diferentes tipos de tarjeta se diferencian principalmente en la forma de pago y por tanto cada tipo cubre unas necesidades completamente diferentes.
Una tarjeta de débito estará indicada para los gastos corrientes y para retirar dinero de nuestra cuenta, este tipo de tarjeta en muchas ocasiones no tiene comisión de emisión ni de renovación, y cuando la tiene no suele ser muy elevada.
Las tarjetas prepago no es habitual que tengan ningún tipo de coste y por tanto el hecho de tenerla no nos supone ningún desembolso y puede ser muy útil para compras online por la gran seguridad antifraude.
Las tarjetas de crédito pueden ser útiles para agrupar todos los gastos al fin de mes, cuando llega la nómina, sin intereses o para financiar grandes compras o compras no habituales como puede ser mobiliario, electrodomésticos o cualquier gasto
no habitual para faccionar el pago.
Unas tarjetas no excluyen a las otras, es posible tener los 3 tipos de tarjeta para utilizarlas en función de las necesidades en cada momento. Lo único a tener en cuenta es comparar entre los mismos tipos de tarjetas para contratar la que más
nos convenga.
Es importante a la hora de escoger tarjetas ser responsables y capaces de controlar nuestros gastos, una tarjeta de crédito puede ser un instrumento muy útil bien utilizada pero puede generar enormes problemas económicos si se utiliza indebidamente
ya que en el momento del pago no es necesario disponer de dinero pero hay que pagar esas compras y además con intereses.
Tipos de pago con tarjeta de crédito
Al utilizar una tarjeta de crédito el pago se aplaza, pero es el cliente el que escoge la forma de pago de su tarjeta de crédito. A la hora de contratar una tarjeta de crédito se fija una forma de pago pero el cliente puede cambiar la modalidad
de pago siempre que quiera, incluso es normal encontrar tarjetas que admiten diferentes modalidades de pago al mismo tiempo, por ejemplo pago a fin de mes pero con posibilidad de aplazar el pago en compras concretas.
Las formas de pago habituales son:
- Pago total: los pagos realizados con la tarjeta se agrupan en un único pago en una fecha concreta, generalmente a fin de mes o a principios de mes, que suele coincidir con el ingreso de la nómina. En este caso no se cobran intereses y el
cliente paga exactamente lo mismo que ha consumido en su tarjeta. Es una forma de pago habitual en personas con nómina.
- Pago aplazado: en este caso el pago se difiere en cuotas mensuales bien por un importe fijo o bien en un porcentaje del saldo dispuesto. Esta forma de pago genera intereses y por tanto en las cuotas mensuales se incluye una parte de amortización
de la deuda pendiente y otra parte de los intereses generados. Es importante tener en cuanta que los intereses suelen ser elevados y suelen estar comprendidos entre el 1 y el 2% mensual, lo que equivales a unos tipos de interés del 13% TAE
al 26% TAE.
Tarjetas Contactless y vinculadas al móvil
Una novedad que se va incorporando a casi todos los tipos de tarjeta es la tecnología Contactless. El término "contactless" es una palabra inglesa que hace referencia a la posibilidad de pago sin contacto, es decir que no es necesario
pasar la tarjeta por el TPV de un comercio para realizar un pago. El usuario que tenga una tarjeta contactless puede pagar acercando su tarjeta al terminal sin necesidad de desprenderse de ella en ningún momento ni perderla de vista aumentando
así la seguridad.
Para pequeños pagos inferiores a 20 euros solamente hay que acercar la tarjeta para pagar, para cantidades superiores a 20 € además de acercar la tarjeta hay que teclear el PIN en el datáfono para firmar la operación.
La otra novedad en tarjetas es vincular nuestra tarjeta a nuestro smartphone, estas aplicaciones permiten pagar utilizando nuestro móvil y por tanto no es necesario llevar la tarjeta encima para poder realizar pagos. El funcionamiento se realiza
a través de una App desarrolladas por lo emisores de las tarjetas en la que podemos incluir una o varias tarjetas. En el momento del pago el cliente abre la App y elige la tarjeta con la que va a realizar el pago. Esta nueva tecnología permite
además tener un control sobre el movimiento de cada tarjeta ya que la información se almacena en la aplicación.
A la hora de realizar el pago el cliente debe acceder a la App con su contraseña para seguidamente escoger la tarjeta con la que realizar el pago y por último se acerca el smartphone al TPV para pagar. Si el importe es superior a 20 € deberemos firmar
con nuestro PIN.
Tarjetas revolving ¿cómo funcionan?
Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito pero con características un tanto especiales. La particularidad de las tarjetas revolving es que la configuración del pago siempre es aplazada y la libertad del cliente a la hora de configurar
los pagos mensuales es más limitada que en las tarjetas de crédito tradicionales. Generalmente el pago mensual consiste en pagar un porcentaje de la deuda acumulada en la tarjeta, este porcentaje suele oscilar entre el 3 y el 50% del saldo dispuesto aunque si el cliente no cambia la configuración la tarjeta siempre viene por defecto con el pago del 3% sobre el total.
Junto a estos porcentajes es habitual que la tarjeta fije un pago mínimo al mes, por ejemplo de 30 euros mensuales, así si el 3% es inferior a 30 euros habría que pagar al menos 30 euros al mes.
El problema de estas tarjetas, y del que alertan varias asociaciones de consumidores, es que la deuda no se termina nunca y el coste en intereses es muy elevado.
Generalmente el tipo de interés es del 2% mensual, lo que supone una TAE de más del 26% anual.
Para entender el problema que puede suponer una tarjeta revolving pongamos un ejemplo. Supongamos una persona que ha consumido 3.000 € con su tarjeta, a final de mes deberá pagar el 3% de esos 3.000 € lo que supone 90 euros. El problema es que como
los intereses son del 2% al mes de esos 90 euros que se pagan 60 son de intereses y 30 de amortización del crédito de la tarjeta, por tanto tras pagar sus 90 euros el cliente debe 2970 euros, al mes siguiente pagará el 3% del capital pendiente
que son 89,10 € pero solamente reducirá su deuda en 29,70 €, y así cada mes. Al final el coste real de los intereses es elevadísimo.
Supongamos que un cliente cambia la configuración de la tarjeta al máximo permitido que es el 50% de la deuda. Muchas personas pueden pensar que de esta manera eliminarán su deuda en 2 meses (50% un mes y otro 50% al mes siguiente), pero nada más
lejos de la realidad. El cliente que debía 3.000 € paga el 50% y por tanto paga 1.500 €, de intereses son 60 € y se quita del crédito 1.440 euros. Al mes siguiente debe 1.560 pero como paga el 50% paga 780 euros, al mes siguiente la mitad de lo que le queda y así sucesivamente.
A pesar de pagar el 50% tardará una gran cantidad de meses en poder eliminar la deuda.
Estas tarjetas se suelen ofertar por teléfono, en centros comerciales e incluso en los bancos como una herramienta de financiación muy ventajosa, pero la realidad es que el coste es muy elevado ya que están configuradas para alargar la deuda el máximo
tiempo posible.
Preguntas frecuentes de las tarjetas bancarias
A continuación te damos respuesta a la preguntas más habituales que nuestros usuarios tienen sobre las tarjetas bancarias.
¿Dónde puedo contratar una tarjeta?
Las tarjetas de débito se contratan en bancos ya que se necesita una cuenta corriente en la que se realizan los cargos de la tarjeta en el mismo momento en que se producen. En el caso de las tarjetas de crédito, además de en entidades bancarias, se
pueden contratar a través de otras empresas como son hipermercados, centros comerciales, estaciones de servicio, etc.
¿Hay que cumplir algún requisito para solicitar una tarjeta de crédito?
Una tarjeta de crédito implica un riesgo para el emisor de la tarjeta ya que no deja de ser un crédito por el límite por el que se contrate. La entidad que nos conceda una tarjeta hará una evaluación de riesgos como si de un préstamo se tratase, generalmente
solicitan nómina y declaración de la Renta para evaluar la concesión y también el límite de la tarjeta. Es posible conseguir tarjetas de crédito sin ninguna documentación en el banco en el que tengamos domiciliada la nómina o los ingresos ya que
nos la concederán solamente a través de scoring interno de la entidad.
¿Cual es el límite de crédito de las tarjetas?
Cada tipo de tarjeta tiene un límite máximo por el que se puede contratar, así el límite de una tarjeta Oro es superior a la Classic, el de una tarjeta Platinum superior a la Oro, etc. De todas formas el límite máximo fija la cantidad máxima por la
que se puede contratar pero no la mínima, es decir una tarjeta con un límite máximo de 6.000 € un cliente la puede contratar por 1.000, 2.000 ó 3.000 euros. Otra posibilidad es que en función del riesgo del cliente el banco acote el límite máximo
a una cantidad inferior.
¿Qué hago si pierdo o me roban una tarjeta?
Hay que bloquear las tarjetas rápidamente, puedes hacerlo llamando al teléfono de atención al cliente del emisor de su tarjeta, al servicio de atención al cliente del banco (en Busconómico puedes encontrar todos los números) o desde la banca electrónica
de tu entidad bancaria. Si su tarjeta tiene algún tipo de seguro antifraude este se encargará de resarcirlo si la tarjeta es utilizada de forma fraudulenta.
Sobre este comparador de tarjetas bancarias
Los bancos y entidades financieras otorgan diferentes tipos de tarjetas bancarias, como las tarjetas de débito, las de crédito y las de prepago. En este comparador de tarjetas podrás consultarlas todas, pudiendo filtrar por la opción que prefieras
y así poder compararlas más fácilmente, consultando la información actualizada que mostramos sobre cada una de ellas. Actualmente recopilamos la gran mayoría de tarjetas disponibles en el mercado.
- Procedimiento y fuentes de información: nuestros expertos en productos bancarios y financiación han recopilado información de diferentes fuentes para documentarse, como la Asociación Española de Banca o el Portal del Cliente Bancario del Banco de España. Los datos
relativos a cada tarjeta han sido extraídos de los folletos informativos de las distintas entidades, así como de sus departamentos de comunicación.
- Observación: toda la información aquí mostrada es puede ser consultada de forma totalmente gratuita para utilizarla de forma particular para evaluar los productos y poder comparar entre ellos.
- Sobre nosotros: Busconómico ofrece un servicio gratuito de consulta de información sobre productos bancarios y financieros para que los usuarios particulares y las empresas puedan ahorrar tiempo comparando y eligiendo las opciones
que más les convienen.