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¿Qué son las cuentas corrientes?
Las cuentas corrientes son el producto básico de cualquier banco, desde él se parte para la contratación del resto de productos para particulares que ofrecen las entidades financieras, tanto tarjetas de débito y de crédito, como depósitos a plazo fijo, préstamos personales e hipotecas.
Se caracterizan por su funcionalidad, ya que permiten realizar múltiples operaciones diferentes. Con las cuentas corrientes puedes domiciliar ingresos, como nóminas o pensiones, pagar cualquier tipo de recibo, ingresar y retirar dinero, ya sea a través de la ventanilla de una oficina física, utilizando un cajero automático o realizando y recibiendo transferencias entre distintas cuentas corrientes.
Además, a estas cuentas se pueden vincular tarjetas bancarias para que las compras realizadas con ellas se carguen en el saldo disponible en la cuenta corriente. En el caso de las tarjetas de débito el cargo se produce de inmediato, mientras que en las tarjetas de crédito el cargo se realizará de forma aplazada.
También serán cargados en ellas las cuotas correspondientes de un préstamo personal o de una hipoteca que hayas contratado en el mismo banco.
¿Cómo elegir la mejor cuenta corriente?
Existen múltiples razones que pueden hacer decantarte por una cuenta bancaria o por otra y, dependiendo de ellos, podrás elegir cuál es la mejor para ti.
Desde Busconómico hemos seleccionado una lista de las que pensamos que son las mejores cuentas corrientes, atendiendo a los factores que más habitualmente tiene en cuenta la gente para seleccionarlas, como las comisiones o la operatividad.
Tipo de cuentas corrientes
Dentro de esta categoría de producto bancario puedes encontrar distintas modalidades, refiriéndonos únicamente a las destinadas a clientes particulares:
Cuentas nómina o pensión
Son aquellas pensadas para la domiciliación de los ingresos en el banco, que pueden provenir del salario del trabajador de una empresa o bien de una pensión de invalidez o jubilación.
Los bancos ofrecen ventajas a los clientes que traigan sus nóminas o pensiones, como la ausencia de comisiones, tarjetas gratis, transferencias sin coste e incluso algunos ofrecen una remuneración.
Cuentas sin nómina
Son cuentas corrientes que no exigen la domiciliación de ingresos y, normalmente, tampoco piden otros requisitos más allá de ser mayor de edad y de residir legalmente en España.
Suelen cobrar comisiones de distintos tipos, aunque es posible encontrar algunos casos en los que no tendrás que abonar ningún gasto, como la Cuenta Online del BBVA o la Cuenta Corriente de Openbank.
Cuentas para jóvenes
Se trata de cuentas corrientes totalmente operativas para jóvenes de entre 18 y 30 o incluso 35 años. Son cuentas que no suelen aplicar comisión de mantenimiento y tienen tarjetas de débito gratis.
¿Qué comisiones pueden tener las cuentas corrientes?
Es un factor muy a tener en cuenta, ya que las comisiones pueden suponer un gasto importante al cabo del año. Existen muchas cuentas sin comisiones que no aplican gastos de mantenimiento ni asociados a la operativa sin pedir nada a cambio.
También existen otras cuentas, como las cuentas nómina, que eliminan las comisiones a cambio de vincularte con el banco, lo que suele suponer tener que domiciliar la nómina y algún recibo.
Los gastos más habituales que pueden aplicar las entidades financieras son las siguientes:
- Comisión de mantenimiento. Por tener la cuenta abierta en la entidad.
- Comisión de administración. Por la utilización de la cuenta corriente.
- Comisión por transferencias. Pueden tratarse de transferencias nacionales o internacionales, dependiendo de si van dirigidas a cuentas situadas en el mismo país o en otro.
- Comisión por cheques. La emisión e ingreso de cheques puede suponer el pago de una tasa.
- Comisión por uso de cajeros. Ningún banco cobra por sacar dinero en sus cajeros a sus propios clientes, pero en caso de querer utilizar los cajeros de otras entidades lo más probable es que tengamos que abonar una comisión.
- Comisión por descubiertos. En el caso de que el saldo de la cuenta corriente quede en negativo, el banco aplicará una tasa por números rojos. Suele ser un interés bastante elevado, por lo que se recomienda no llegar nunca a este extremo para evitar un buen susto.
¿Qué requisitos pueden exigirte las cuentas corrientes?
Para conseguir no tener que pagar comisiones, muchas entidades exigen que se domicilien los ingresos en la cuenta corriente, así como algunos recibos domésticos o incluso que se contraten otros productos como plazos fijos, planes de pensiones o seguros.
Es un factor a tener en cuenta, porque si no deseas o no puedes cumplir estos requisitos, no conviene contratar ese tipo de cuenta, ya que las comisiones van a suponer un gasto importante.
¿Qué operativa permiten las mejores cuentas corrientes?
Hoy en día puedes operar con las cuentas corrientes de múltiples formas, ya sea acudiendo directamente a la ventanilla de una oficina del banco, a alguno de sus cajeros automáticos o bien a través de Internet, utilizando la página web de la entidad o su aplicación para móviles.
Dependiendo de lo que consideres que va a resultar más fácil y cómodo para ti, preferirás un banco que disponga de una potente plataforma online o bien uno que tenga muchas oficinas disponibles. Los bancos online como ING Direct disponen de menos disponbilidad de oficinas, pero al mismo tiempo aplican unas comisiones mucho menores, al no tener que soportar tantos gastos como las entidades que tienen más oficinas físicas.
Otros productos atractivos
Otra razón de bastante peso a la hora de elegir la mejor cuenta corriente, es la existencia de otros productos interesantes ofrecidos por el mismo banco. Si, por ejemplo, necesitamos contratar una hipoteca que cumple ciertos factores que nos interesan, será necesario abrir una cuenta corriente con la entidad financiera que la ofrece, aunque existan otras cuentas en otros bancos que tengan mejores condiciones.
¿Cómo abrir una cuenta corriente?
Una vez hayas comparado entre diversas cuentas bancarias y hayas encontrado la mejor cuenta corriente para ti, llega el momento de la contratación. Hoy en día es posible abrir muchos de estos productos a través de Internet, sin necesidad de desplazarte a una oficina, tanto en bancos online como convencionales.
En caso de que no puedas hacerlo a distancia deberás acudir a una sucursal bancaria para realizar el trámite, que suele ser muy sencillo, pudiendo tener abierta la cuenta el mismo día. Normalmente sólo te pedirán el DNI y, en caso de ser una cuenta especial con condiciones, tendrás un margen de unos días o semanas para cumplir con los requisitos.