Contenido del artículo
La concesión de créditos y préstamos al consumo ha vuelto a sus niveles previos a la crisis económica de 2008. La banca ha vuelto a abrir el grifo del crédito, lo que ha repercutido de forma notable en el consumo de los hogares. Los préstamos al consumo encadenan cinco años al alza, y en 2017 experimentó el mayor incremento de esta serie temporal, subiendo un 17% con respecto al año anterior, según datos del Banco de España, sobre todo para la compra de automóviles, muebles, electrodomésticos o viajes, incluyendo el saldo al cierre del año de las tarjetas de crédito con pago aplazado.
Pero, ¿a qué se debe esta situación? ¿Puede seguir creciendo el crédito al consumo durante los próximos años? Estas son las cinco principales razones que explican esta escalada del crédito sin precedentes.
Es el motivo fundamental que empuja a muchas familias a endeudarse. Las políticas monetarias expansivas por parte del Banco Central Europeo han empujado los tipos de interés a la baja, hasta situar el euríbor en terreno negativo, un hecho sin precedentes en la historia monetaria moderna. Según los datos del Banco de España, el TEDR medio de los préstamos al consumo (es decir, la TAE sin incluir las comisiones) con plazos de entre uno y cinco años se fijó en el mes de mayo en el 8,3%, un valor que se encuentra por debajo del TEDR medio de 2007, y muy por debajo del tipo de interés del año 2012, cuando estaba en niveles superiores al 10%.
Ahora bien, los préstamos al consumo en España continúan siendo bastante más caros que en el resto de la Unión Europea, donde el tipo de interés medio es del 4,8%. Por tanto, todavía hay mucho margen para bajar tipos si España quiere situarse al nivel de sus socios comunitarios. Aun así hay algunas buenas ofertas en préstamos:
Si hace poco tiempo la banca había redoblado esfuerzos para sacar al mercado productos hipotecarios de forma masiva, en la actualidad se concede prácticamente el mismo volumen de crédito para hipotecas que para consumo. Según los datos del Banco de España, las entidades financieras prestaron a cierre de 2017 37.494 millones en hipotecas frente a los 36.396 millones de crédito al consumo incluyendo tarjetas. Un dato que contrasta con el de años anteriores, donde las hipotecas prácticamente triplicaban al volumen de créditos al consumo .
Una de las razones que explicaban el cierre del grifo del crédito era una demanda insolvente, que presionaba los tipos de interés al alza e impedía que las entidades concediesen crédito a niveles de años anteriores. Sin embargo, la situación se ha revertido debido en buena medida a la recuperación económica y la consecuente creación de empleo. No en vano, 2017 se cerró con la tasa de morosidad más baja desde 2011, del 7,8%, 1,31 puntos porcentuales menos que el año anterior y 5,81 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico marcado en diciembre de 2013, cuando se colocó en el 13,6%. En algunos casos, estas tasas de morosidad son bastante inferiores, pues se sitúa en el 2,95% en automoción y el 6,51% en otros bienes de consumo.
El crédito al consumo ha sido tradicionalmente uno de los producto estrella comercializado por los bancos, aunque casi siempre ha estado a la sombra de otros negocios que han proporcionado beneficios añadidos. Sin embargo, ante la caída de la rentabilidad del negocio bancario que ha surgido como consecuencia de los bajos margenes de intermediación, las entidades en España se han volcado con el crédito al consumo, mucho más rentables que otros productos comercializados por la banca tradicional y con una mora que, como hemos visto, está más que controlada.
En los últimos años, los bancos han recurrido a diversas alternativas financieras para colocar sus derechos de cobro a inversores externos, con el objetivo de obtener liquidez y traspasar el riesgo de crédito a inversores institucionales, fundamentalmente fondos buitre, que están muy activos en estos momentos. Así lo han hecho a través de las titulizaciones hipotecarias, productos que empaquetan hipotecas y se venden a otros inversores para obtener liquidez. Ahora, además, los bancos tienen más sencillo desprenderse de aquellos créditos en mora para no perder sus derechos de cobro, aunque bien es cierto que con descuentos bastante sustanciales.
Todos estos motivos explican, en mayor o menor medida, por qué los bancos tienen cada vez más incentivos para ofrecer crédito al consumo a sus clientes. Cabe pensar que, en los próximos meses, y en línea con las previsiones de los principales organismos internacionales, los tipos de interés aumenten y hagan menos atractiva la financiación mediante créditos personales y al consumo. Pero antes de eso, habrá que ver una relajación monetaria del BCE que por el momento, y con una inflación controlada, ni está ni se le espera a este lado del Atlántico.
En Busconómico | Comparador de préstamos
Artículos más leídos
Siguiendo con las pruebas reales de productos financieros en Busconómico, en esta ocasión hemos solicitado el préstamo personal de Lea Bank, una entidad noruega que ofrece servicio en España. El Prést..
Cofidis es la empresa pionera en la concesión de créditos directos, lleva desde el año 1982 ofreciendo sus préstamos. A día de hoy su gama de productos ha crecido y sus condiciones son cada vez más co..
El sector de los minicréditos tuvo su fuerte explosión en España a partir de 2008, debido a la crisis económica y a la incipiente digitalización de la banca y de otras empresas que ofrecían productos ..
ING ha lanzado un Plan Amigo en su Préstamo Naranja, mediante esta promoción el padrino se lleva 50 €, pero el ahijado se lleva 70 €. Cualquier persona que vaya a solicitar un Préstamo Naranja, sea cl..