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A la hora de invertir en una nueva empresa, es importante conocer bien el estado de sus acciones y la relevancia que podrá tener nuestra compra en las decisiones de dicha empresa.
En muchos casos, de esto debería depender (entre otras) la decisión de compra de unas acciones determinadas.
Para poder tomar una decisión bien informada, es necesario saber distinguir entre los diferentes tipos de acciones que tiene una empresa: acciones autorizadas, restringidas, flotantes, en circulación y no emitidas.
El porcentaje de acciones de la empresa a las que pertenezca cada una de ellas nos aportará mucho.
En este artículo nos queremos centrar únicamente en las acciones en circulación y las flotantes: ¿qué son?
Pero, para entender bien estos dos términos, es necesario tener en cuenta todos los demás. Así que, vayamos de lo general a lo puntual.
Como hemos mencionado, hay cinco estados en que se pueden encontrar las acciones de una empresa cotizada: autorizadas, no emitidas, restringidas, flotantes y en circulación.
Veamos en qué se diferencian cada una de ellas.
- Las acciones autorizadas son el número total de acciones que se autorizaron cuando se creó la empresa.
El número total de estas acciones solo puede aumentar si así lo deciden los accionistas. Digamos que son las acciones que componen la empresa, pero no necesariamente tienen que estar emitidas al público.
La mayoría de las empresas guardan parte de estas acciones para usarlas en el futuro.
- Las acciones no emitidas son justamente esas que acabamos de mencionar. Las que la empresa guarda en su tesorería para utilizar más adelante, y que no se emiten al público.
- Las acciones restringidas son utilizadas para repartirse dentro de la propia empresa, normalmente entre directivos con información privilegiada sobre el negocio.
También se utilizan como un método de incentivo o compensación a trabajadores. Algo a tener en cuenta es que, para poder venderlas, sus propietarios tienen que cumplir con una serie de condiciones.
- Las acciones de flotación, o flotantes, son las que se encuentran realmente disponibles en el mercado abierto. Ese tipo de acciones que tú, como inversionista externo a la empresa, puedes comprar en el mercado a través de un bróker si tienes la capacidad monetaria suficiente.
- Por último, nos encontramos con las acciones en circulación, que incluyen todas las acciones que han sido emitidas por la empresa: es decir, la suma de las acciones restringidas y las flotantes.
Para entender mejor cuáles son las acciones que pueden componer una empresa, veamos un ejemplo.
En el momento de su fundación, una empresa autoriza un total de 200 acciones. Esto significa que la suma de todas las acciones de los diferentes tipos nunca superará esa cantidad.
De esas 200, la empresa se ha guardado 60 que, por el momento, no van a emitir.
En lugar de eso, las van a guardar para emitirlas más adelante, si fuera necesario.
Como los propietarios y directivos de la empresa quieren quedarse con una parte de las acciones, se reservan 20 de esas acciones para ellos, manteniéndose como acciones restringidas.
El resto de las acciones, suman un total de 120 que están disponibles en el mercado como acciones flotantes. (200 - 60 - 20 = 120)
Por último, tenemos las acciones en circulación, es decir, todas las emitidas. Este tipo estaría compuesto por todas las acciones flotantes mas todas las acciones restringidas, haciendo un total de 140 acciones en circulación. (120 + 20 = 140)
A la hora de determinar si te conviene invertir en una empresa, debes fijarte en tres métricas: las acciones autorizadas, las acciones en circulación y las acciones flotantes.
Como hemos visto, las autorizadas son el total de acciones en las que está dividida la empresa.
Pero, ¿en qué influyen las otras dos al tomar una decisión inversora?
Las acciones en circulación, como hemos visto antes, son las acciones de una empresa que se encuentran repartidas entre sus accionistas. Ya sean inversores ajenos a la empresa o personas que formen parte de ella.
Por lo tanto, la cantidad de acciones en circulación incluye a las acciones flotantes y a las restringidas.
En el balance general de una empresa, estas acciones se muestran bajo el título “Capital Social”. Y la cantidad de acciones en circulación se utiliza como un dato clave para calcular su capitalización de mercado, sus ganancias por acción (EPS) y su flujo de caja por acción (CFPS).
Es importante tener en cuenta a la hora de invertir que el número de acciones en circulación no es estático.
Por lo tanto, si hace tiempo revisaste este dato en una empresa y vas a invertir en ella ahora, no te fíes de lo que viste la última vez, porque el dato puede haber cambiado.
Las acciones flotantes, como hemos visto, forman parte de las acciones en circulación. Son esa parte de las acciones que se encuentra disponible en el mercado de valores, para que cualquier inversor pueda hacerse con ellas.
Normalmente, son las acciones que la empresa pone a disposición del mercado de valores para la especulación.
Generalmente, representan menos del 50% de las acciones totales de una empresa. Esto se debe a que los propietarios del negocio suelen querer mantener el control de la sociedad, para lo que se guardan la mayor parte de las acciones, de manera que no acaben en manos de cualquiera.
A la hora de invertir en una empresa, puede ser interesante conocer el porcentaje que representan las acciones flotantes con respecto a las que están en circulación.
Si el porcentaje es muy alto, puede significar que los accionistas más cercanos a la empresa y con información privilegiada no confían en la prosperidad del negocio.
Si realmente estuviesen interesados en beneficiarse de su crecimiento, estarían guardando esas acciones y no las sacarían al mercado de valores.
Por otro lado, si el porcentaje es demasiado bajo, también es conveniente tener cuidado.
Esto puede significar que la inmensa mayoría de las operaciones se llevan a cabo por pocos inversionistas y, por lo tanto, que pocas personas que se conocen entre sí pueden llevar a cabo operaciones que tengan un gran impacto en el valor de las acciones que tú puedes comprar.
Por este motivo, es importante que estés informado del porcentaje de acciones flotantes, para determinar si la inversión que vas a hacer en una sociedad es una buena idea, o si deberías pensártelo dos veces.
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