Es más que evidente que los ahorros siempre son de gran ayuda para afrontar cualquier cuestión económica, y son especialmente necesarios para comprar una vivienda.
Tener el dinero suficiente para realizar el pago inicial y poder hacer frente a los gastos de la hipoteca es algo imprescindible.
Además, la mayoría de las entidades nos exigen tener un “colchón financiero” en el banco para otorgarnos la hipoteca.
Pero, si no tenemos dinero y encontramos la vivienda perfecta, es muy probable que nos preguntemos cómo podemos comprar una casa sin tener ahorros.
En este artículo, vamos a centrarnos en diferentes maneras de comprar una casa cuando no hemos podido ahorrar.
¿Cuántos ahorros son necesarios para comprar una vivienda?
Antes de adentrarnos en las diferentes maneras de comprar una casa sin ahorros, sería oportuno hablar sobre qué cantidad deberíamos tener ahorrada si pretendemos comprar una vivienda.
De manera general, los ahorros deberían poder hacer frente a la parte de la vivienda que el banco no cubre con la hipoteca y a los gastos hipotecarios.
Por eso, podemos decir que los ingresos que deberíamos tener para comprar una casa son los siguientes:
- Aproximadamente el 20 % del valor de la casa, que no cubre la hipoteca. Lo más común es que las hipotecas cubran el 80 % del valor de la compra.
- Entre un 10 % y un 15 % adicionales para poder pagar los gastos de la compra y de la tramitación de la hipoteca.
Por lo tanto, si vamos a comprar una casa de 100.000 €, sería oportuno tener unos ahorros de, al menos, 30.000 €.
¿Qué hipoteca te concederán?
Pulsa aquí para encontrar la mejor hipoteca para ti.
En caso de que no dispongamos de este dinero, ni del tiempo para reunirlo, tendremos que buscar formas alternativas de comprar la casa sin tener ahorros.
Veamos qué posibilidades existen:
Alquiler con opción a compra
La primera opción de la que queremos hablar es el alquiler con opción a compra. Esta modalidad de alquiler-compra nos permite acceder a una vivienda e ir pagándola poco a poco, mediante una renta mensual.
Aunque por lo general
es necesario contar con algunos ingresos para hacer un pago inicial, suele ser mucho más bajo que el 20 % del precio de la casa.
Por lo tanto, es una opción interesante si tenemos algunos ahorros, pero no llegamos a la cantidad necesaria para solicitar una hipoteca.
Una vez
que hemos hecho el pago inicial y comenzado a residir en la vivienda, el contrato de alquiler tiene un plazo de 5 años.
Durante este tiempo, las rentas pagadas irán destinadas, en parte, al pago de la vivienda.
Por ejemplo: si pagamos 1000 euros de
renta, 800 pueden ir destinados al pago de la compra de la casa, y 200 al alquiler.
Estos porcentajes pueden ir variando a lo largo de los años según se estipule en el contrato, reduciendo cada vez más la cantidad destinada al pago de la compra de
la casa.
Por eso, esta es una opción interesante para ir pagando la casa poco a poco, sin tener ahorros ni un aval. Pero siempre debemos tener en cuenta que no se trata de un préstamo hipotecario.
El alquiler tiene una fecha de caducidad, tras la
cual podemos comprar la vivienda por la cantidad restante; o marcharnos de la vivienda.
En caso de elegir marcharnos de la casa, el propietario de la vivienda no tiene la obligación de devolvernos el dinero que hemos pagado en concepto de compra de
la vivienda.
Comprar una casa al banco
Desde la crisis financiera que comenzó en 2008, las entidades bancarias se quedaron con un alto stock de viviendas.
Los bancos no ganan nada por tener viviendas en propiedad y por eso suelen ofrecer facilidades
para quienes quieren comprar sus viviendas.
Por lo general, suelen ofrecer hipotecas con condiciones más beneficiosas de lo normal y, en ocasiones, pueden llegar a ofrecer hipotecas que financian el 100 % del valor de la casa.
Algo a tener en cuenta
en este caso es que, por norma general, los bancos no están tan dispuestos a negociar el precio de una casa como quizás sí lo estaría un propietario.
Además es posible que nos cueste más encontrar una vivienda que se adapte a nuestras necesidades, ya que
la oferta es bastante limitada.
Buscar un avalista o ayuda familiar
Otra forma de obtener una hipoteca sin tener ingresos es buscar un avalista que le aporte seguridad a nuestro préstamo hipotecario.
Si nuestros padres o algún familiar cercano se ofrece
a ello y cuenta con propiedades o con altos ingresos, puede convertirse en nuestro avalista.
El problema de buscar un avalista es tener que pasar por la vergüenza de pedirle a alguien que nos avale un préstamo tan grande como es el de una hipoteca.
Además,
tener un avalista genera una gran presión ya que, de no poder pagar la hipoteca, el banco irá a buscar el dinero en la cuenta de esa persona, llegando a poner en riesgo nuestro patrimonio y el suyo.
Otra forma de buscar la ayuda de los más cercanos
es pedir un préstamo a un familiar que tenga solvencia económica.
Aunque, para facilitar las relaciones y evitar malentendidos (además de las implicaciones que puede tener para Hacienda), es importante hacer un contrato.
Si estás en busca de avalistas, sin duda te interesará leer este artículo: ¿Qué es la doble garantía en una hipoteca?
Utilizar un seguro de crédito hipotecario
Los seguros de crédito hipotecario son una forma
de conseguir mayores ventajas en la hipoteca sin tener ingresos.
Estos seguros que usualmente son ofrecidos por la propia entidad bancaria, pueden elevar el importe de la hipoteca hasta el 95 % del valor de la vivienda.
De esta manera, solamente necesitaríamos
ahorrar lo suficiente para hacer frente al otro 5 % y a los gastos de la hipoteca. Algo que, sin duda, resulta más fácil que reunir las cantidades de las que hablamos al principio del post.
Tener ingresos elevados
Obviamente, la última manera de comprar una vivienda
cuando no contamos con ahorros es tener unos ingresos tan altos que el banco quiera mejorar las condiciones de su hipoteca, aunque no tengamos ahorros.
Entre otras ventajas, es posible que aumentemos el porcentaje de financiación de la hipoteca, llegando
prácticamente hasta el 100 % del valor de la casa que queremos comprar.
Sin duda, y aunque no es fácil, existen varias formas de comprar una casa sin tener ahorros suficientes para hacer frente al pago inicial y los gastos de gestión hipotecaria tal y como hemos visto.