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Al comprar o vender acciones de una sociedad anónima, es muy importante tener en cuenta cómo tributan este tipo de operaciones de compraventa.
No tener en cuenta la tributación de estas operaciones puede traer consigo sustos bastante importantes.
En este artículo, queremos hablarte de cómo tributan las acciones en diferentes situaciones.
Algo muy importante que debes tener en cuenta es que las acciones no tributan hasta el momento en que las vendes.
Por lo tanto, no tendrás que pagar impuestos a la hora de comprarlas, ni mientras formen parte de tu patrimonio.
Al venderlas, pueden darse dos situaciones y de ello depende si tendrás que pagar impuestos, o no.
1) Vender acciones con pérdida
Si el valor de la acción que vendes es inferior al que tenía en el momento de comprarla, estarás vendiendo con pérdidas, por lo que no tendrás que pagar impuestos.
2) Vender acciones con ganancia
Si el valor de la acción es superior al que tuvo en el momento de la compra, o no tienes documentación que acredite el valor que la acción tenía en ese momento, tendrás que pagar la plusvalía.
Por lo tanto, a esa diferencia, tendrás que aplicarle el porcentaje estipulado y pagar esa cantidad en impuestos.
Para determinar cuál es el porcentaje aplicable, existe una tabla que lo establece en función de a cuánto ascienden las ganancias.
La tabla es la siguiente:
- Si las ganancias han sido inferiores a 6000 €, el porcentaje a aplicar para calcular el impuesto de plusvalía será del 19 %.
- Si las ganancias van desde 6000 € hasta 50.000 €, la plusvalía será del 21 %
- Si las ganancias superan los 50.000 €, el porcentaje a aplicar para calcular el impuesto será del 23 %.
Este impuesto se debe pagar siempre que vendemos una acción con ganancia. Es decir, por un precio superior al de compra.
Veamos estos dos supuestos a continuación.
Cuando alguien te deja una herencia en la que hay uno o varios paquetes de acciones de una sociedad anónima, sí tendrás que pagar impuestos a la hora de recibirlas.
Aunque tú no las has comprado, como ocurre con cualquier otro tipo de herencia, tendrás que pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones pertinente.
Para conocer las complejidades de este impuesto es importante que te asesores bien.
Puede que si adquieres acciones en herencia y tienes que pagar el impuesto de sucesiones, te preguntes sobre qué valor se aplica el impuesto.
La base sobre la que se aplica el Impuesto de Sucesiones y Donaciones es el valor que tuviesen las acciones el día de fallecimiento de quien te dejó la herencia.
Por lo tanto, en los casos de acciones heredadas no importa a qué precio fueron compradas y tampoco el valor de las acciones el día que firmaste la aceptación de la herencia.
Tendrás que pagar el impuesto de sucesiones aplicable sobre la base del valor el día del fallecimiento.
Si vendes unas acciones que has heredado, se aplica la plusvalía siempre que el valor de venta sea superior al valor de “compra”.
Ese valor de “compra” en este caso es el mismo que mencionamos antes: el valor de las acciones el día del fallecimiento de quien te dejó la herencia.
Por lo tanto, si has vendido con ganancia esas acciones, tendrás que pagar la plusvalía.
En cambio, si las has vendido con pérdida (siempre teniendo en cuenta ese valor inicial), no tendrás que pagar el impuesto de plusvalía.
Si no tienes documentos que acrediten cuál era el precio de compra de una acción que vas a vender, tendrás que calcular la base para la plusvalía de una manera algo diferente.
De hecho, como podrás ver a continuación, te conviene guardar siempre toda la documentación para que este caso no se produzca.
Cuando un inversor no puede acreditar el precio de compra real de una acción, se debe calcular la plusvalía teniendo en cuenta como precio de compra el valor de cero euros.
Es decir, si vas a vender acciones por valor de 6500 €, la “ganancia” será exactamente la misma que el valor de venta: 6500 €.
Aunque no hayas adquirido las acciones de forma gratuita, serán tratadas como tal.
Por lo tanto, en base a esa ganancia, tendrás que calcular la plusvalía del 21 %, aunque no haya sido la ganancia real.
Debido a que el hecho de valorar las acciones con un precio de compra de cero euros genera un perjuicio económico importante, es fundamental que sigas algunos consejos.
Teniendo en cuenta estos consejos, te resultará mucho más fácil demostrar ante Hacienda cuál era el valor real de las acciones en el momento de la adquisición. De esta manera, evitarás tener que valorarlas en cero euros para hacer el cálculo de la plusvalía.
Esperamos haberte ayudado a entender un poco mejor cómo tributan las acciones cuando las vendes.
Recuerda siempre que lo mejor es que te informes con profesionales a la hora de vender, para evitar la evasión accidental de algún impuesto y el posterior susto.
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