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Está claro que a nadie le gusta tener deudas. Sin embargo, esta sensación de malestar puede ser incluso peor cuando no somos capaces de pagarlas.
El agobio y la frustración de no poder hacer frente a nuestros pagos puede ser muy desagradable.
Por eso, es normal que muchas personas con deudas se pregunten cuánto tiempo debe pasar para que esas obligaciones prescriban.
¿Existe la posibilidad de dejar de tener una deuda por un préstamo, una hipoteca o una tarjeta de crédito, simplemente dejando pasar el tiempo?
La respuesta es mucho más complicada que un simple sí, o un rotundo no.
En este artículo queremos dar respuesta a esa pregunta que muchas personas se hacen al no poder hacer frente al pago de sus deudas.
¿Cuándo prescriben las deudas? Sigue leyendo para encontrar la respuesta.
Si por las entidades fuera, las deudas no prescribirían nunca. Esto está claro.
Sin embargo, la ley establece que las deudas pueden prescribir. Eso sí, para ello deben darse algunas condiciones bastante complicadas que podemos encontrar en el Código Civil.
Según el Código Civil, dependiendo de la deuda de la que se trate, el plazo de prescripción se encuentra entre los 4 y los 20 años.
Durante ese plazo quien ha proporcionado el préstamo tiene tiempo de reclamar la deuda si no lo hizo cuando dejamos de pagar.
Para que una deuda pueda prescribir, deben darse alguna de las dos situaciones que veremos a continuación:
Lamentablemente para el deudor, para que una deuda pueda prescribir debe darse el caso de que el acreedor no reclame su pago, ni judicial ni extrajudicialmente.
Esto significa que si el acreedor reclama la deuda por medio de cartas o de un requerimiento notarial, la deuda no podrá prescribir.
Si se da el caso en que tú, como deudor, no has aceptado ni reconocido esa deuda que se te está imponiendo, también puede prescribir.
Sin embargo, como es lógico, esta situación no suele darse en muchas ocasiones. Generalmente, quienes tienen deudas, saben que las tienen, han sido informados de ello y han firmado un contrato por el cual contraen dicha deuda.
Si se da alguno de los dos casos que hemos visto en el punto anterior, el acreedor pierde el derecho a reclamar una vez transcurrido el plazo de prescripción; y el deudor pierde también la obligación de pagar.
Pero veamos cuánto tiempo debe pasar, en cada caso, para que una deuda prescriba.
Las deudas que se han contraído mediante un contrato personal prescriben a los 5 años.
Una vez que haya transcurrido ese tiempo, el acreedor no podrá reclamar su pago si no lo ha hecho antes.
Las deudas hipotecarias tienen un plazo de prescripción bastante largo, de 20 años desde su vencimiento. Además, es uno de los préstamos en los que resulta más difícil la prescripción.
Las hipotecas tienen los procesos de reclamación del pago muy bien establecidos, por lo que es prácticamente imposible que transcurra el plazo sin que el acreedor reclame.
Las tarjetas de crédito y los préstamos personales caducan transcurrido el plazo general que establece el Código Civil para los contratos personales. Como vimos, este plazo es de 5 años.
En el caso de los préstamos personales hay una excepción.
Los préstamos que se hayan contraído antes del 6 de octubre de 2015 prescriben a los 15 años porque se les aplicaba una normativa anterior.
Sin embargo, si tienes un préstamo anterior a esa fecha, con la entrada de la nueva normativa ocurre igual que con todos los demás préstamos: el plazo de prescripción será de 5 años.
Aunque, en este caso, desde la fecha de entrada de la normativa. Por lo tanto, todos los préstamos anteriores a esa fecha, prescribieron el 6 de octubre de 2020.
Si tenemos una deuda con una compañía de suministros, debemos saber que éstas también prescriben. Claro que para ello deben haberse dado las condiciones que vimos al principio del post.
Pero, si tienes una deuda con la compañía eléctrica, de gas, de agua, de teléfono… Esta tendrá un plazo de prescripción de 5 años.
Es muy complicado que pase el tiempo necesario para que prescriba la deuda por el alquiler de tu vivienda sin que el casero realice una reclamación.
Sin embargo, si se diese el caso de que esto ocurriese, el plazo para que caduque la deuda es de 5 años.
Generalmente, todas las deudas que contraemos con Hacienda o con la Seguridad Social, tienen una caducidad de 4 años siempre que no nos la reclamen.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que resulta prácticamente imposible que estos dos organismos no reclamen cuando tenemos una deuda con ellos.
De hecho, al tratarse de organismos estatales, los procesos pueden ser mucho más rápidos y cuando el impago se prolonga, podemos vernos con la cuenta bancaria o la nómina embargadas.
Solo existen dos maneras de que una deuda se cancele.
La primera ya la vimos y pasa porque el acreedor no reclame la deuda, para que prescriba una vez pasado el tiempo establecido.
La segunda forma de cancelar una deuda es pagar la cantidad adeudada.
Si no podemos dejar que la deuda prescriba, lo mejor que podemos hacer es pagarla. De lo contrario, los intereses y las comisiones se irán sumando a la deuda y haciéndola cada vez mayor.
En ese caso, existen soluciones. Por ejemplo, puedes negociar las condiciones con la entidad.
También existe la opción de utilizar una empresa que te ayude a reunificar tus deudas, y así facilitar los pagos.
Esta última opción es especialmente útil cuando tienes varias deudas diferentes y no puedes hacer frente a todas en las condiciones actuales.
De ese modo, aunque sea muy despacio, te resultará más fácil ir pagando la deuda y no tendrás que esperar durante años para ver si prescribe, o si te la reclaman (con todos los inconvenientes que te puede acarrear esto).
Como hemos visto a lo largo de todo el artículo, es muy complicado que una deuda llegue a prescribir. Sea cual sea el acreedor, seguro que se esforzará por realizar una reclamación de la deuda antes de que se haya cumplido el plazo
Por eso, lo mejor es no esperar a que prescriba una deuda para cancelarla y buscar la manera de solucionar la situación cuanto antes.
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