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Mucho es lo que se ha escrito sobre los créditos rápidos, hay multitud de información y muchas críticas hacia este tipo de servicio.
Como en casi todos los ámbitos todo es relativo, es un producto que ofrece un servicio que puede resultar muy útil en determinadas circunstancias.
Una de las mayores críticas que reciben este tipo de préstamos es la alta tasa de interés que cobran.
Siendo del todo cierto, hemos de tener en cuenta de que hablamos de un producto pensado para una necesidad puntual que no está indicado para financiarse a largo plazo ni para hacer un uso recurrente de ellos.
Podemos hacer un símil bastante sencillo.
Si nos queremos mover por una ciudad será mucho más barato el transporte público que moverse en taxi.
Eso no quiere decir que los taxis sean malos. Si en un día determinado queremos movernos rápido por la ciudad y que nos hagan un servicio de puerta a puerta llamaremos a un taxi que nos hará el servicio.
Si cada día utilizáramos 10 taxis muy probablemente no podríamos pagarlo, pero en momentos puntuales ofrecen un servicio que pueden sernos muy útil, a pesar de que su precio sea superior al del transporte público urbano.
Con los créditos rápidos pasa lo mismo, no podemos pensar que es una herramienta para financiarnos constantemente ya que no podríamos pagarlos, pero en caso de necesidad puntual y urgente son una buena solución.
Ante un imprevisto en un momento determinado en el que no disponemos de dinero líquido, como puede ser una avería, o que se ha llevado el coche la grúa, ofrecen un servicio muy rápido de préstamo de dinero.
En apenas unos minutos tendremos el dinero disponible.
Si queremos acudir al banco pueden tardar semanas en dejarnos el dinero, en casos en los que no podemos esperar el banco no suele ser una solución.
Si bien es cierto que los tipos de interés son bastante elevados al ser préstamos a muy corto plazo normalmente (habitualmente 30 días) en términos reales incluso son más baratos que los créditos bancarios.
Alguna persona que esté leyendo este artículo puede pensar que estamos locos, pero vamos a ver cómo funcionan los bancos para ver si realmente estamos tan “locos”.
Casi todos ellos ofrecen pequeños préstamos a modo de anticipo de nómina si tenemos domiciliada la nómina con la entidad. Normalmente esos “anticipos” tienen un interés del 0%.
El truco está normalmente en la comisión de apertura que suele ser del 3% con un mínimo que oscila entre los 90 y los 120 euros. Además suelen acarrear una comisión de cancelación de alrededor de un 2%.
Si se rompe la caldera de la calefacción en casa y nos pilla sin dinero imaginemos que necesitamos urgentemente 300 euros para la reparación.
Supongamos que faltan 15 días para que llegue la nómina y acudimos a nuestro banco.
Allí nos comentan que nos dejan el dinero al 0% pero nos cobran una comisión de apertura de 90 euros (puede ser mayor) y cuando llegue la nómina cancelamos automáticamente el crédito por lo que el banco cobra 6 euros (el 2% por cancelación) en total por un crédito de 15 días hemos pagado 96 euros.
Esos 300 euros en una empresa de créditos rápidos nos habrían costado de media (cada empresa tiene sus tarifas) unos 50 euros de gastos por 15 días de préstamo, lo que es prácticamente la mitad.
Para ver todas las tarifas de estas empresas puedes visitar nuestra sección de Créditos Rápidos y cotejar de paso las condiciones de todas ellos.
Debido a la gran competencia del sector, hay varias empresas que ofrecen minicréditos sin intereses ni gastos como Vivus, Monedo o Creditomas, con lo que el coste habría sido de 0 euros.
Con esto queremos decir que las empresas de préstamos inmediatos son un negocio y cobran por sus servicios, pero con los bancos pasa lo mismo, en operaciones a muy corto plazo los bancos son más lentos en la concesión y normalmente mucho más caros en tarifas.
En caso de cantidades de dinero a partir de 1.000 o 2.000 euros y para plazos medios son más competitivos los bancos tradicionales, pero para operaciones puntuales y a corto suelen ser más competitivos los créditos rápidos.
Además, la inmediatez y rapidez en conseguir dinero urgente es mucho mayor con este tipo de empresas, ya que el banco aunque sea una pequeña operación suele llevar unos trámites y por tanto un tiempo bastante superior.
En definitiva los prestamos rápidos son una solución para momentos puntuales en los que necesitamos rapidez (como el caso del los taxis), pero nunca deberemos acudir a ellos para operaciones de cantidades grandes o plazos superiores a 1 mes.
Si estamos dentro de esos supuestos muy probablemente será más eficiente acudir a estas empresas antes que a un banco.
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