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El uso del dinero de plástico sigue aumentando de forma imparable en nuestra sociedad, y más en momentos en que por alertas sanitarias hay que reducir el manejo de dinero en efectivo. Cada vez más personas usan las tarjetas en alguna de sus opciones, ya sean de crédito, débito y prepago.
Todas ellas son útiles e interesantes y por ello en este artículo vamos a ver las diferencias entre tarjetas de débito y prepago para que puedas sacarle el máximo partido a ambas.
Las tarjetas de débito están asociadas a una cuenta bancaria, pero a diferencia de las tarjetas de crédito en las que se puede disponer de un importe previamente concedido por el banco, se tenga o no saldo en la cuenta bancaria, en las tarjetas de débito solo podremos gastar hasta el saldo que tengamos en nuestra cuenta. Es decir, pagamos de lo que realmente tenemos sin pedir prestado, a crédito, cantidad alguna a la entidad bancaria.
Por otro lado, en las tarjetas de prepago también podemos hacer cargos de cualquier tipo de compras de productos o servicios, e igualmente que las de débito, el importe se carga directamente en el saldo de la tarjeta, sin crédito alguno.
La diferencia básica es que la tarjeta de prepago funciona como un monedero electrónico que necesita de recarga cada vez que agote su saldo, mientras que en la tarjeta de débito podremos usarla en tanto no gastemos el saldo de la cuenta asociada o no traspasemos los máximos de seguridad diarios y mensuales que hayamos establecido.
Si hablamos de identificación en las tarjetas de prepago podemos encontrar dos tipos:
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