Cómo diversificar tu inversión con los ETFs

Una de las máximas a la hora de invertir en Bolsa suele ser el obtener una diversificación de nuestros activos para reducir en lo posible el riesgo existente al decantarse por un único valor. En este artículo vamos a ver cómo diversificar la inversión con los Exchange-Traded Funds –ETFs–, o Fondos cotizados.

Características de los ETFs

Estos fondos que cotizan en bolsa tienen una peculiaridad muy definida, y esta es que intentan reproducir un índice bursátil determinado. Puede ser un índice general o sectorial, nacional o extranjero. La réplica del índice suele ser mediante la réplica física, en la que el gestor correspondiente del Fondo cotizado compra los valores del índice. También existe una réplica sintética en la que se compra un contrato de swap y se acuerda con un banco de inversión que le pague la rentabilidad del índice. Esto conlleva una comisión con un coste del riesgo de crédito, pero elimina el error de seguimiento.

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Los ETFs permiten una negociación en tiempo real, lo que les da una liquidez aceptable. En los fondos tradicionales el valor liquidativo se obtiene al final del día, pero en los cotizados se pueden hacer incluso varias operaciones dentro del mismo día. Normalmente existe una pequeña diferencia de valor sobre el valor estimado que se publica en Bolsa y el finalmente obtenido en la transacción; en las adquisiciones se suele comprar por un precio superior y en las ventas por uno ligeramente inferior.

Hay que tener en cuenta que la fiscalidad aplicada en los ETFs es más similar al de las acciones que al de los fondos tradicionales. Es decir, las ganancias patrimoniales se calculan restando al precio de venta el de la adquisición, y además no están sujetas a retención. También hay que tener en cuenta que no se puede aplicar el diferimiento que se prevé en los otros fondos que permite no tributar por los beneficios obtenidos si hay una reinversión del capital obtenido. En los Fondos cotizados habrá que tributar en todos los casos, exista o no reinversión.

Diversificación a través de los ETFs

La adquisición de participaciones de un Fondo cotizado ya es en sí un proceso de diversificación ya que el Fondo invierte a su vez en un grupo determinado de valores, iguales que el índice. Como dijimos, la diversificación es una herramienta poderosa a la hora de reducir al máximo los riesgos de los vaivenes financieros, pero podemos aumentarla aún más teniendo en cuenta distintos aspectos:

• Selección de varios ETFs de sectores diferenciados. Se puede elegir un solo sector en el que invertir, pero también es posible elegir varios, de diferente naturaleza. Como ejemplo, se podrá elegir uno del sector tecnológico, otro del sector financiero y otro relacionado con la salud. Así las oscilaciones de uno se pueden compensar con las del otro.
• Selección de la divisa. La selección de la divisa también es muy importante. Por un lado está el tema de sumarse a tendencias de otros mercados diferentes al nacional, pero hay que considerar que nos someteremos a dos riesgos simultáneamente, la propia del mercado en el que se invierta y el de nuestra divisa.

Política de inversión en los ETFs

La inversión en ETFs puede ser gestionada de diversas maneras, pero hay algunos puntos que son interesantes:

• Rentabilidad a largo plazo. Muchos inversores de este tipo de producto optan por una gestión pasiva a largo plazo. El fondo permite una gestión eficiente con un limitado tiempo de atención a la misma, cosa que a veces es un elemento clave a la hora de decidir.
• Aportaciones periódicas. Las aportaciones periódicas ayudan a amortiguar el efecto del timing. El hecho de que se realicen independientemente de las fluctuaciones del mercado nos aleja de los vaivenes del mismo. Eso sí, siempre y cuando tengamos esa mentalidad de largo plazo.
• Control de comisiones. La elección del fondo específico tiene que estar también condicionada a los importes de las comisiones que existan en el mismo. Estas pueden variar sustancialmente de un fondo a otro y es conveniente revisar este punto detalladamente. Por un lado están las denominadas comisiones generales, en las que se incluye la comisión del grupo gestor. Este porcentaje tiene que estar incluido por ley en el folleto del fondo, y es calculado anualmente. Existen otro tipo de gastos operativos, como pueden ser los servicios de custodia. Estos gastos se obtienen del propio Fondo y constituye una merma en su rendimiento final.
• Stop-loss. Fijar un stop-loss o un límite a las pérdidas es una de las prácticas aconsejadas por los expertos para reducir las pérdidas. Se da una orden de venta para que se ejecute de forma automática en el momento en que la cotización del fondo disminuya por debajo del rango que consideremos como pérdida inasumible.

Ventajas de la inversión en ETFs

• Reducción de costes. La diversificación activa y directa conlleva realizar múltiples operaciones de compra de productos distintos con los costes que acarrea cada una de ellas. Con los fondos cotizados al comprar participaciones, indirectamente estamos invirtiendo en un grupo de valores variados, según haya sido nuestra elección.
• Reducción del tiempo de gestión. También, el tiempo que se dedica a la gestión de la inversión disminuye drásticamente al dejarlo en manos de profesionales, sobre todo si optamos por el largo plazo.
• Gestión más eficiente. La combinación de los dos puntos anteriores nos confiere una gestión más limpia y eficiente de nuestra inversión.

Otros ETFs

Aunque como hemos dicho anteriormente, este tipo de fondos replican un índice de referencia o de un mercado, también existen otros que pueden ser interesantes con políticas de inversión diferentes. Así, en los ETFs inversos se reproduce el comportamiento opuesto al índice de referencia. En ellos obtenemos una rentabilidad positiva cuando el precio del índice baja, lo que nos permitiría obtener beneficios en mercados bajistas.

También existen ETFs apalancados. En este tipo se puede duplicar o triplicar la exposición al índice de referencia, pero este beneficio potencial conlleva por supuesto un aumento muy elevado del riesgo.

En resumen, los ETFs nos permiten diversificar la inversión de una manera efectiva y con poco trabajo.