Los minicréditos online se han convertido en un sistema habitual de financiación para muchos ciudadanos y es habitual ver publicidad de los mismos en muchos medios de comunicación. Todos hablan de la gran agilidad de estos productos financieros y de la rapidez con que se puede obtener el préstamo, pero ¿puede un minicrédito rápido llegar en 15 minutos, tal y como se hace constar en la propaganda? Vamos a analizar este tema. Para ello necesitamos conocer primero cómo funciona este innovador producto.
Los minicréditos tienen unas características específicas que les han permitido ocupar un puesto importante en el mercado de la financiación de particulares. Aquí están algunas de ellas:
Estos préstamos están destinados a cubrir pequeños imprevistos a nivel personal o en el negocio familiar. Normalmente, las cantidades prestadas oscilan entre 300 y 1.000 euros, dependiendo de la entidad financiera, aunque muchas de ellas ponen un límite en la primera operación que suele ser de 300 a 500 euros.
Esta es también una característica importante. Como hemos dicho, la idea es poder cubrir un pequeño bache financiero o una falta de liquidez puntual, no financiar carencias importantes a largo plazo, por lo que los plazos de devolución son pequeños. Oscilan entre 7 y 30 días, aunque hay algunos con plazos superiores, dos meses, que se suelen permitir a clientes en sucesivas operaciones.
Este es el gran campo de batalla de los minicréditos. Por un lado están las personas que los consideran desorbitados, tengamos en cuenta que el TAE resultante puede ser de un 2.000% o 3.000%, y por otro, las que consideran que esto es debido a las características propias del préstamo. Es decir, dado que el importe del préstamo es muy reducido y que el plazo de devolución también, cualquier cantidad mínima que se aplique como honorario será muy elevada. En los casos de los préstamos personales habituales existen unos costes fijos por operación, ya sean comisiones de apertura, de estudio y otras, cuyo importe es reducido comparado con el del préstamo, pero en los minicréditos, esos costes fijos podrían duplicar el propio importe del préstamo. Y sería inviable pensar que un crédito de 300 euros, por ejemplo, tuviera unas comisiones de estudio y de apertura de 500 euros.
La agilidad es la mejor baza de estos productos, tanto porque permite al usuario aprovechar el tirón, al estilo más puro de las compras impulsivas, como por la desgana que todos tenemos a la hora de acudir a oficinas y tener que presentar documentación para realizar nuestros trámites. La mayoría de los minicréditos rápidos se realizan online reduciendo al mínimo o eliminando por completo estas gestiones con papeleo.
Los pasos para obtener un minicrédito y sus plazos podrían ser los siguientes:
Lo primero que suele hacer el cliente es visitar la página web de la entidad, ya sea a través de un ordenador o del teléfono móvil para ver las condiciones del préstamo. La mayoría de las entidades tienen un simulador de préstamo que suele consistir en dos barras deslizantes que permiten aumentar o disminuir el importe del préstamo y su plazo de devolución. El recorrido en las primeras operaciones es pequeño y suele llegar, como hemos dicho anteriormente, hasta los 300 euros y los 30 días de devolución. Al hacer esto, el cliente ve de forma inmediata el coste total de la operación y se puede hacer una idea exacta del monto final de la operación. Como ejemplo, en la página de Pepedinero, se ve con claridad cómo la obtención de 250 euros en la primera operación (máximo importe en ese caso) tendrá un coste total de 83 euros, siendo por tanto el importe total de 333 euros, que tendrán que ser devueltos en el plazo de 30 días.
Ya sea rellenando el formulario correspondiente en su página web o llamando por teléfono se comprobará que se cumplen los requisitos mínimos para su otorgamiento. Estos varían de una entidad a otra, pero lo habitual es que sean: ser mayor de edad, o de 21 años en algunos casos, ser residente español con DNI o NIE vigentes, y ser titular de una cuenta bancaria con la que se pueda operar para poder realizar la transferencia del dinero en primer lugar y el cobro final en el momento del pago.
En la mayoría de las ocasiones, la entidad prestamista contesta en la propia llamada o en un plazo breve de tiempo, habitualmente unos minutos, si concede o no el préstamo que se solicita. Aquí es donde se utilizan los quince minutos ofertados en la publicidad.
El importe solicitado se envía por transferencia al solicitante de forma inmediata.
Aquí es donde puede darse el mayor retraso. Si el banco del prestamista es el mismo que el del solicitante, la transferencia hecha se podrá recibir de forma inmediata, pero si no lo es, situación habitual, esto puede demorar algo más. A este hecho de la no conexión inmediata entre los bancos se suma el asunto del horario de funcionamiento de las entidades que suelen tramitar esas órdenes de forma efectiva en horario nocturno o no laboral. En el peor de los casos, la transferencia realizada puede llegar a tu cuenta en un plazo que oscila entre 24 y 48 horas.
Los minicréditos son un sistema de financiación ágil que permiten obtener pequeñas cantidades de dinero para ser devuelto en un plazo de tiempo reducido. La respuesta a la pregunta de si puede un minicrédito rápido llegar en 15 minutos es sí, pero solo en determinadas circunstancias, ya que lo que realmente ralentiza la operación es la propia transferencia bancaria y en mucho casos la retrasará 24 ó 48 horas.
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