Oro físico de inversión: ¿en monedas o lingotes?

El oro siempre se ha considerado como el valor refugio por excelencia. Se trata de un bien que tiene valor por si mismo, a diferencia de los billetes y monedas de dinero fiduciario, que sólo se sustentan en la confianza de la gente que lo utiliza pero cuyo único valor físico es el del papel o el metal barato en el que está impreso.

Antiguamente algunas divisas como el dólar estaban respaldadas por oro físico, pero en los años 70 Richard Nixon se encargó de cortar este vínculo para poder darle a la máquina de imprimir billetes sin preocupación.

Existen dos formas de invertir en oro, el físico y el papel.

El papel es más especulativo. Es el que se negocia en los mercados bursátiles a través de ETFs, futuros y certificados de oro, que supuestamente tienen su contrapartida en oro físico.

Sin embargo, se especula con que sólo el 5% del papel está respaldado con oro real.

Por lo tanto, la mejor forma de invertir en oro es adquiriendo el metal físico, con lo que nos aseguramos de que disponemos de él realmente.

La inestabilidad económica de los últimos años ha hecho que se haya disparado la compra de oro físico, ya que más que una inversión para conseguir rentabilidad, el oro es un seguro y una forma de poseer algo con valor real y que lo continuará teniendo dentro de 50 años.

Los expertos aconsejan tener al menos entre un 10% y un 20% de nuestra cartera en oro físico.

Pero a la hora de adquirir el metal dorado, existen también dos posibilidades, comprar monedas o comprar lingotes.

Es una decisión que depende mucho del perfil del inversor, pero por regla general, se recomienda la inversión en monedas.

A continuación señalamos las principales características de cada opción.

Monedas de oro

Existen multitud de monedas diferentes y de diferentes tamaños y pesos. Las más comunes son las de 1 onza, pero existen también de 1/2 onza, de 1/4 de onza y de otros pesos más pequeños. Se pueden encontrar distintas calidades, según su pureza, siendo las más comunes las de 999/1000 (oro puro), 917/1000 y 900/1000.

Una de las monedas más comercializadas, el Krugerrand sudafricano, tiene una pureza de 917/1000 (22 kilates), porque se encuentra mezclada con cobre, lo que le da una mayor dureza, ya que el oro puro es muy blando y puede deformarse o arañarse con facilidad, lo que podría hacer perder valor numismático a la moneda.

A parte del Krugerrand, podemos comprar también Eagles y Búfalos estadounidenses, Canguros australianos, Pandas chinos, Maples canadienses, Filarmónicas austríacas, Britannias y Soberanos de procedencia británica, Pesos mexicanos, Francos, Coronas, Ducados y muchas más variedades y procedencias.

Ventajas

• Más seguras. Las monedas son más difíciles de falsificar, sabiendo su peso y sus medidas oficiales podemos averiguar fácilmente su autenticidad.

• Más fáciles de vender. Existe un mayor mercado de monedas que de lingotes, y es más fácil encontrar a alguien dispuesto a pagarnos un precio justo por ellas.

• Más liquidez. Si se necesita cambiar una pequeña cantidad para obtener dinero, con las monedas resulta más fácil que con un lingote de mayor tamaño.

• Valor numismático. Además del propio valor del oro físico, las monedas tienen valor numismático, que en el caso de ediciones singulares puede resultar en una buena prima.

Desventajas

• Más caras. Aparte del valor numismático que puedan tener según su rareza y demanda, las monedas suelen tener un mayor precio por gramo de oro. Por lo que si se va a adquirir una gran cantidad de oro quizá es conveniente comprar una parte en lingotes.

Lingotes de oro

Los lingotes de oro son habitualmente de pureza 999/1000, es decir, de oro puro de 24 kilates. Pueden adquirirse de muchos pesos distintos, desde pequeños lingotes de 1 gramo hasta de 12,5 Kilogramos (400 onzas) que son los famosos lingotes de oro que solemos ver en las películas.

Ventajas

• Más baratos. Es la principal ventaja, comprando lingotes obtenemos más cantidad de oro por el mismo precio que una moneda. Además, cuanto mayor sea el lingote, menor será el precio por gramo. Si se quiere adquirir una gran cantidad, con lingotes puede suponer un gran ahorro.

Desventajas

• Más fáciles de falsificar. La forma de un lingote de oro depende del productor y no existen unas medidas tan estándares como en el caso de las monedas. Se han dado casos de lingotes de oro rellenos de tungsteno, un metal con una densidad muy similar al metal dorado. Es conveniente adquirirlos en lugares de confianza, con certificados de calidad auténticos.

• Menor liquidez y menor mercado. Lo que para las monedas es una ventaja, para los lingotes es desventaja. Son más difíciles de vender, sobre todo los más grandes, y no tienen la opción de poderse vender por partes para conseguir algo de liquidez. Aunque está la posibilidad de comprar lingotes de pequeño tamaño, pero se pierde la ventaja del menor precio por gramo de los lingotes.