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El IPC de los últimos cuatro meses en Europa ha pasado, de estar en tasas negativas, a situarse en el 1,3%.
En EEUU, la tasa de inflación está subiendo con intensidad, llegando al 2,6% después de estar rondando durante varios meses el 1%.
Estas tasas, sumadas al incremento del gasto público y a unos tipos de interés bajos, han disparado todas las expectativas de inflación.
En este artículo vamos a hablarte acerca de los mitos y verdades de la posible inflación que se nos viene encima. Así, podrás resolver todas las dudas y confirmar o desechar los miedos que genera la posibilidad de una mega-inflación en un futuro cercano.
Aunque los datos parecen indicar que se puede avecinar una inflación, sobre todo teniendo como referencia el incremento considerable del IPC en los últimos meses (principalmente debido a que veníamos de tipos negativos), los analistas estiman que la inflación será alta durante el 2021 pero volverá a su tendencia habitual entre 2022 y 2023.
Que se produzca la mega-inflación que muchos temen en los países con economías avanzadas no es tan fácil como podría parecer.
Para muestra un botón: en 2008 se especulaba con una inflación de grandes dimensiones que, al final, nunca se materializó.
Esto, por lo menos a día de hoy, es un mito. Y es que, aunque es cierto que los bancos centrales están creando mucho dinero nuevo, la liquidez se queda en su mayoría en los mercados financieros, generando, a su vez, una inflación en el precio de los activos (tales como las acciones, los bonos, la vivienda,…).
Siempre que esas grandes cantidades de liquidez no comiencen a perseguir bienes y servicios de forma masiva, no se producirá una mega-inflación en el IPC.
Si analizamos los datos que tenemos desde la década de 1960 hasta nuestros días, podemos ver que no existe una correlación clara entre el crecimiento del dinero y la inflación.
Ni siquiera después de 2008, cuando el crecimiento del dinero se incrementó de manera exponencial y algunos especularon con una mega inflación.
Y es que fabricar nuevo dinero no significa necesariamente que se creen nuevos gastos. Sería un buen indicador de la inflación si la velocidad del dinero fuera constante, cosa que, como hemos visto durante el año pasado, no sucede.
A día de hoy, esta afirmación es más verdad que mito. Durante muchas décadas había demostrado la relación directa entre el desempleo y la inflación salarial.
Durante ese periodo, la caída de la tasa de paro solía acabar en un incremento de los precios.
Sin embargo, en los últimos años, esta relación parece haber desaparecido por completo. Incluso en el supuesto de que se cierre la brecha del PIB y se recupere el pleno empleo, esto no supondría la llegada de la mega-inflación.
El poder de la curva de Phillips se ha visto muy reducido debido a la mayor flexibilidad del mercado laboral, a unas economías menos dependientes de lo que suceda en su interior y a los avances tecnológicos.
Aunque las principales economías consigan de manera inmediata su PIB potencial, la repercusión que esto tendría en los salarios y en la inflación sería casi imperceptible, por lo menos a corto plazo.
Según señalan economistas de UBS, la curva de Phillips y el output gap solo pueden explicar una mínima parte de la inflación anual de los últimos 20 años (entre el 10 y el 20%) y de las fluctuaciones de la inflación en Europa y Estados Unidos.
Los precios de la energía explican una parte mayor del movimiento de la inflación que la curva de Phillips y la brecha del PIB.
Sin embargo, al no existir otro modelo para pronosticar la inflación que haya demostrado ser mejor que la curva de Phillips, por el momento, se seguirá utilizando para analizar y pronosticar la inflación en los bancos centrales, los mercados financieros y el mundo académico.
Esto es un mito y una gran verdad a la vez.
Es cierto que el precio de las materias primas no ha parado de subir desde el anuncio de la efectividad de las vacunas contra la COVID-19, que la escasez de microchips está generando cuellos de botella en las cadenas de suministro y que la falta de contenedores de transporte está encareciendo el transporte marítimo.
Todo esto está afectando de manera directa a los precios. Sin embargo, estas tendencias podrían tener los días contados.
Según algunos economistas, el incremento en el precio de las materias primas no provocará un superciclo, ya que se debe principalmente a las consecuencias temporales causadas por la recuperación económica.
Además, se prevé que las cadenas de suministros vuelvan a su normalidad en gran parte, a mediados de este año.
Por otro lado, los factores de producción o inputs se estabilizarán en 2022 al no contar con el efecto base que sí hemos tenido en 2021.
Esto es totalmente cierto, y así lo corrobora la Reserva Federal de Nueva York.
De manera mensual, la Fed de NY publica las expectativas de inflación.
Aunque durante los últimos meses estas han subido notablemente, el indicador que se ha visto disparado es el de incertidumbre sobre los precios, situándose en los máximos publicados.
Aunque la Reserva Federal de Nueva York insiste en defender que la inflación será solo temporal, algunos de sus investigadores han reconocido que es muy complicado saber qué sucederá, ya que existen muchas fuerzas inflacionarias y desinflacionarias enfrentadas.
Según Fernando M. Martin, investigador de la Reserva Federal de ST. Louis, es probable que la inflación supere el 2% en los próximos meses.
Sin embargo, existen razones para esperar nuevas presiones inflacionarias. Si estas presiones se llegan a materializar y persisten, la Fed tendrá que intervenir para reducir la inflación y, así, lograr su objetivo de una inflación promedio del 2%.
Por último y para finalizar, está la opción de que las presiones inflacionarias no se materialicen, como ha sucedido en el pasado y que, por lo tanto, vuelva la tendencia mostrada antes de la pandemia.
En el blog llevamos escribiendo sobre el tema de la inflación desde hace varios meses, y sobre todo orientando nuestras expectativas hacia nuestro país, es decir, en qué y cómo podría afectar a España.
Puedes ampliar más información sobre este tema en estos artículos:
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