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Los préstamos p2p (peer to peer) son préstamos entre particulares, aquellos que personas comunes prestan a otras personas sin necesidad de que intervenga una institución financiera tradicional como un banco. Tienen la peculiaridad de que se trata de microcréditos, préstamos con un menor monto, mayor riesgo y tasa de interés más alta.
El prestamista presta directamente dinero al prestatario sin intermediarios, solo la plataforma utilizada en Internet que es la que los pone en contacto.
Mediante los préstamos p2p, se ofrece crédito a personas que no pueden, o no quieren, acceder a un crédito bancario.
Esto es así porque las entidades financieras y bancarias ya les han denegado un préstamo, porque no tienen ingresos periódicos o porque tienen una buena idea pero no acceso a financiación. Y tampoco quieren recurrir a alguna línea de créditos rápidos.
Muchos piden financiación bajo esta modalidad porque es la única que tienen y es la única salida a sus problemas.
Los particulares o empresas con capacidad de financiación que se interesan por ello financian a particulares que necesitan un préstamo.
En muchos casos, aunque no en todos, se acaba requiriendo el aval con una vivienda sin cargas hipotecarias.
Muchas personas financian a otras porque saben que la rentabilidad es alta y merece la pena el riesgo.
Por un lado, muchos ahorradores están pasando de depositar su dinero en sus bancos a unos intereses bajos o nulos (incluso con comisiones en algunas ocasiones) para intentar sacar mayor provecho de su dinero de otras formas no tan convencionales.
Por el otro, personas que necesitan dinero para un proyecto, un negocio, una urgencia, estudios o cualquier otra cosa lo solicitan a otras personas porque saben que es la mejor forma de obtenerlo.
Los que depositan su dinero para financiar a otras personas saben los riesgos que conlleva, aunque también lo hacen porque los beneficios obtenidos suelen compensar ese riesgo.
Por ello, muchos financian a varias personas para incrementar las posibilidades de obtener altos rendimientos por su dinero sabiendo que puede que alguien falle en el pago.
Hay diversas plataformas web que hacen de intermediarios entre las personas que necesitan el dinero y aquellos que lo pueden aportar.
Pueden hacerlo mediante un sistema de subastas, clasificados o incluso permitiendo esto entre personas que se conocen. Pueden solicitar una garantía del préstamo o simplemente establecer clasificaciones de fiabilidad de las personas.
Lo que está claro es que hay cada vez más plataformas de este tipo, y de otros, con una gran variedad de formas de funcionar. No tantas en España, pero ya empiezan a conocerse, como por ejemplo Bondora.
La persona pide un préstamo indicando la cantidad que necesita, el uso que le dará al dinero, su capacidad de endeudamiento e ingresos, entre otros datos que se soliciten. En caso de que se requiera aval se le solicitará.
La plataforma verifica los datos y llega a prestamistas, sin intermediarios, que quieren conceder el préstamo obteniendo un mayor rendimiento posterior de su dinero. Ellos son los que eligen a quién quieren dar el dinero y lo hacen.
Cuando se complete el 100% de lo solicitado se acepta el préstamo y entrega el dinero al prestatario. Este último dispondrá del dinero, pero ha de pagar posteriormente el préstamo tal como se ha acordado.
Los principales beneficios que ofrecen este tipo de préstamos son:
No están muy extendidos en nuestro país, aunque lo cierto es que en otros están teniendo mucho éxito y cabe esperar que poco a poco empiecen a ganar terreno porque todas las partes implicadas ganan con la transacción.
Y todo a ello pese a ser una operación de tan alto riesgo. En España ya hay varias plataformas que ofrecen esta posibilidad, algunas de ellas conocidas como es el caso de Comunitae.
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