A las tradicionales tarjetas de crédito o débito se suman otras opciones como tarjetas prepago para compras online. Para los clientes más exigentes existe la gama Gold y Platinun con altos límites de crédito y aceptadas en cualquier lugar.
Normalmente, al contratar una cuenta corriente ésta ya suele tener una tarjeta de crédito o de débito (incluso ambas) preconcedida.
Muchas de estas tarjetas nos las ofrecen como gratuitas el primer año, pero al leer la letra pequeña es bastante común que al siguiente año acaben cobrando algún tipo de comisión por mantenimiento o renovación, sobre todo en las de crédito.
Es por ello que antes de activar una de estas tarjetas debemos leer bien los condicionantes que nos van a exigir y los gastos que pueden acabar repercutiendo por el uso de las mismas.
A veces es mejor no activar estas tarjetas y contratar alguna otra que pueda ofrecernos la entidad (como ves el Banco Santander dispone de una variada oferta) con más ventajas como descuentos en gasolineras o establecimientos adheridos a algún programa de descuentos, o incluso tarjetas específicas para pago de carburantes, etc.
En el caso de las tarjetas de crédito del Santander, existen varias que aplica comisiones de mantenimiento, pero tienes las tarjetas Zero 123 y Mi Otra Zero 123, que no aplican comisiones de ningún tipo.
De este modo, al ser tarjetas que vamos a utilizar de forma específica en establecimientos puntuales es posible que las ventajas de usarla de forma cotidiana estén por encima de los gastos que nos van a generar.
Para contratar la mejor opción es indispensable estar bien informado, comparar entre las diferentes opciones que nos ofrece la entidad bancaria y luego hacer comparaciones con el resto de productos de otros bancos; solo de esta forma te vas a asegurar que lo que vas a contratar es lo que realmente se adapta mejor al uso que le vas a dar.