Algunos de los gastos que habitualmente van asociados a las tarjetas de crédito son las cuotas anuales y las de emisión y renovación. Son comisiones que se aplican con frecuencia pero, por suerte, no todas las entidades las cobran y podemos encontrarnos con tarjetas gratis que nos permiten disponer de ellas sin pagar nada aunque no las utilicemos.
Son tarjetas de crédito como otras cualquiera, que permiten disponer de efectivo en cajeros automáticos, realizar compras en establecimientos de todo el mundo que las acepten como medio de pago y abonar productos o servicios a través de Internet, ya sea en la modalidad de pago a fin de mes o de pago aplazado en varias cuotas.
Qué comisiones pueden tener las tarjetas de crédito
Como comentábamos anteriormente, las tarjetas de crédito pueden soportar una serie de comisiones que cada entidad aplica o deja de aplicar según su propio criterio, o bien dependiendo de las vinculaciones y requisitos que cumpla el cliente. Además, algunas de ellas no dependen de la propia entidad, por lo que es difícil librarse de ellas. Estas son las más habituales:

- Comisión de emisión. Es la que la entidad financiera que comercializa la tarjeta cobra por el hecho de emitirla cuando el cliente la solicita.
- Comisión de renovación. Las tarjetas de crédito tienen una fecha de caducidad, pasada la cual ya no pueden ser utilizadas. Antes de llegar a esta fecha o bien en caso de robo o pérdida, el banco emite una nueva tarjeta que sustituirá a la anterior. Por esta transacción puede que nos aplique unos honorarios. Algunos bancos pueden aplicar esta comisión o cuota anualmente, aunque la tarjeta no haya caducado.
- Comisión por sacar dinero en cajeros. En este caso, la comisión corre a cargo de la entidad financiera propietaria del cajero automático en el que se produce la retirada de efectivo. Si el cajero es propiedad del mismo banco no se te cobrará comisión alguna, en caso de que se trate de otra entidad, no dependerá de tu banco y no podrás evitar la comisión. Existen excepciones como la del banco online ING Direct, que permite sacar dinero de forma gratuita en cualquier cajero nacional a partir de 200 euros.
- Comisión de mantenimiento. Se trata de una cuota anual que tu banco te cobra por disponer de una tarjeta de crédito, aunque no la utilices para nada. En muchas ocasiones es posible evitar este gasto cumpliendo unos requisitos, como utilizar la tarjeta ciertas veces al año, domiciliar la nómina o recibos domésticos, etc.
- Comisión por transferencia de efectivo. En el caso de las tarjetas de crédito, que tienen saldo propio y no dependen del saldo de la cuenta bancaria como las tarjetas de débito, es posible realizar traspasos de dinero a la cuenta corriente en caso de que necesitemos disponer de saldo para abonar recibos o facturas que vayan a llegar.
- Intereses. Con las tarjetas de crédito es posible realizar el aplazamiento de las compras que se abonen con ellas. De esta forma se financia el saldo dispuesto durante varios meses, en los que se irá devolviendo el dinero en cuotas. Este servicio de préstamo por parte del banco acarrea el pago de un interés que suele estar entre el 15% y el 25% TAE.
Estas son las comisiones más habituales que se pueden aplicar a las tarjetas de crédito. Excepto los intereses y la comisión por sacar dinero en cajeros que no son de tu banco, el resto son evitables gracias a las tarjetas sin comisiones.
Consejos para contratar una tarjeta gratis
Antes de ir ciegamente a por una tarjeta sin comisiones es necesario tener en cuenta una serie de factores que pueden hacer que no sean tan atractivas.
- Gratis sólo el primer año. A veces se venden como tarjetas sin comisiones, pero esto sólo ocurre durante el primero año y a partir del segundo empiezan a aplicar gastos que hacen que dejen de resultar atractivas.
- Vinculaciones. Para evitar las comisiones, muchas entidades financieras exigen el cumplimiento de una serie de requisitos en forma de vinculaciones o de utilización o gasto mínimo. Si estos requisitos están dentro de tus posibilidades adelante, pero en caso contrario no conseguirás evitar las comisiones.
- Tarjetas sin cambiar de banco. Existen una serie de tarjetas de crédito sin cambiar de banco que permiten disponer de ellas sin tener que ser cliente de la entidad que las emite. Entre ellas existen algunas que no tienen comisiones, por lo que pueden interesarte en el caso de que las tarjetas que emite tu banco sí que lleven asociados unos gastos.