Un depósito combinado es un producto que intenta ofrecer mejores condiciones en el depósito a plazo fijo que la media del mercado pero a cambio de asumir algún tipo de riesgo invirtiendo parte del capital en otro tipo de activos, generalmente fondos de inversión. La parte invertida en el depósito no tiene ningún tipo de riesgo, pero la parte invertida en el fondo de inversión entraña el riesgo propio del tipo de fondo. Los fondos pueden ser conservadores si invierten en renta fija europea hasta de riesgo elevado con inversiones en renta variable.
Este tipo de depósitos combinados son una interesante herramienta para personas que habitualmente invierten en fondos ya que aseguran parte del dinero con una buena rentabilidad a través del plazo fijo. Es un producto menos interesante para ahorradores conservadores y que no quieren asumir ningún tipo de riesgo.
A diferencia de los depósitos estructurados el cliente se asegura una rentabilidad por el depósito aunque el resultado ofrecido por el fondo puede ser positivo o negativo, además deberá abonar las comisiones de gestión del fondo de inversión. En los depósitos estructurados no se corre ese riego pero para obtener una rentabilidad por el depósito a plazo fijo de deben cumplir unas condiciones preestablecidas en cuanto a la evolución de una cesta de acciones, un índice u otro indicador.