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Una de las maneras más rápidas y baratas de financiarse es acudir a los préstamos preconcedidos que ofrecen los bancos.
Suele ser un instrumento muy utilizado por los bancos tradicionales a sus clientes.
Se trata de un producto que muchos clientes fieles tienen al alcance de un clic, y que se puede activar al instante desde la App o la web del banco. Suelen tener muy buenas condiciones en tipos de interés y el dinero se obtiene de manera inmediata.
Si somos clientes de un banco y llevamos con ellos al menos un año, tenemos ingresos regulares y un nivel de endeudamiento bajo o moderado es muy probable que tengamos un préstamo preconcedido.
Para saberlo no es necesario buscar mucho, seguramente nos ha llegado un SMS del banco, un email o nos salta un banner publicitario con nuestro préstamo al acceder a la zona privada de cliente.
Cuando somos clientes de un banco después de un tiempo el banco nos “conoce”. Sabe, simplemente viendo nuestros movimientos mensuales, la cantidad de dinero que ganamos, nuestros hábitos de gasto, si ahorramos, si tenemos otros préstamos, etc.
Con esa información elaboran lo que se denomina un scoring interno, no es más que una puntuación que nos dan de riesgo. Si somos un cliente con un bajo riesgo para el banco pues nos ofrecen un préstamo.
Dentro del mismo banco cada cliente puede tener una oferta de préstamo preconcedido muy diferente a otro cliente. Así uno puede tener preconcedido un préstamo de 10.000 € y otro cliente de 30.000 €, incluso el tipo de interés puede ser distinto.
Los clientes que tienen un préstamo preconcedido lo pueden activar al instante por la cantidad que necesiten, siempre que no superen el máximo que tienen preconcedido.
Desde la zona privada de cliente o desde la App del banco lo activan y firman con su clave y el dinero se transfiere de manera instantánea a la cuenta, sin papeles, sin notario y sin complicaciones.
Debido a la pandemia, y a la inseguridad que eso provoca en salarios y puestos de trabajo, algunos bancos han comenzado a retirar de su cartera de productos este tipo de préstamos, o como mínimo a limitarlos.
Los clientes con puestos de trabajo más estables no están pidiendo préstamos porque el confinamiento ha disparado sus ahorros, y en cambio los que tienen un futuro más incierto no son un objetivo muy deseable para los bancos.
Pero siguen existiendo y podemos conseguirlos si nuestra entidad ve que somos personas ordenadas.
En mi caso particular soy autónomo, no soy asalariado, así que en teoría lo tengo más complicado para conseguir un préstamo preconcedido.
La realidad es que trabajo con 2 bancos, y en ambos tengo un préstamo preconcedido, así que no es tan difícil.
En el caso de ING tenía preconcedido desde hace tiempo un Préstamo Naranja. Al inicio de la pandemia lo activé por 10.000 €. No necesitaba el dinero, pero al ser autónomo y la gran incertidumbre que llagaba a los autónomos con el COVID decidí activar el préstamo por 10.000 € a un tipo de interés del 5,99%.
El dinero del préstamo se ingresó en mi cuenta de manera instantánea en cuanto firmé con mi forma digital la solicitud del préstamo en ING. La verdad es que me sorprendió la facilidad y la rapidez del sistema.
Con ese dinero tendría un colchón extra a mis ahorros para poder aguantar muchos meses sin ingresos si las cosas se complicaban.
El dinero lo tengo en mi cuenta, y como no hay penalización por amortización anticipada puede devolverlo en cualquier momento, aunque hasta que no se aclare lo del COVID no voy a hacerlo.
Además de ING tengo cuenta en Bankia, y aunque no he solicitado ningún préstamo a día de hoy tengo preconcedido uno de 30.000 € y un “anticipo de nómina” de 4.200 €, aunque soy autónomo y no tengo nómina.
Así que en Bankia puedo disponer de hasta un total de 34,200 € de forma instantánea. Aunque no he pedido ninguno de los 2 préstamos, y espero no tener que hacerlo, es una tranquilidad saber que puedo disponer de una suma importante de dinero en cualquier momento.
Lo ideal es no tener que usarlos, pero si los necesitamos para un imprevisto, para financiar una gran compra o para aprovechar una gran oportunidad de inversión, es un producto que viene muy bien tenerlo disponible.
El mejor préstamo es el que no se pide nunca, por eso es bueno tener un préstamo preconcedido, para tener la tranquilidad de saber que lo tienes, pero no utilizarlo si no es necesario.
Para poder optar a un préstamo preconcedido es necesario llevar un tiempo con el mismo banco, con ingresos domiciliados en la cuenta y con un nivel de gastos y obligaciones mensuales de pagos acordes a nuestro nivel de ingresos.
Para obtener un préstamo preconcedido el banco se basará en los movimientos de nuestras cuentas, si ven que somos usuarios de por ejemplo créditos rápidos, o si gastamos más de lo que ganamos nunca tendremos un préstamo de este tipo.
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