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Hay quien piensa que contratar becarios en una empresa puede ser una buena forma de conseguir mano de obra barata, mientras que otros prefieren contratar gente experimentada aunque les cueste más dinero.
En todo caso, hay muchas falsas creencias en torno a lo que significa contratar un becario para una empresa y por ello es necesario clarificar un poco más el tema para que éstas puedan decidir de manera acertada si es algo que realmente les puede interesar o no.
El becario es una persona que trabaja, cobrando o no, a cambio de recibir una formación adecuada por parte de un tutor con mayores conocimientos prácticos que él, para que sea capaz de desarrollar tareas cada vez más complejas y vaya integrándose progresivamente en la dinámica de la empresa, con el objetivo de llegar a ser un empleado más o adquirir la suficiente experiencia como para trabajar en otra compañía.
Los becarios reciben una formación para desarrollar mejor las funciones profesionales para las que se han formado a nivel teórico pero también obtienen una experiencia laboral que les permitirá introducirse mucho mejor en el mercado laboral.
Para algunos es la única vía de llegar a ello ya que las empresas buscan personas con experiencia para cubrir las vacantes existentes.
De los becarios, las compañías obtienen personas con formación, nuevas ideas y ganas de trabajar y aprender, que habitualmente se esfuerzan por hacerlo bien y trabajan duro a cambio de un salario más bajo de lo habitual o, en la mayoría de casos, inexistente.
Además, muchas veces se acaban encontrando verdaderos talentos entre becarios que simplemente buscan una oportunidad.
Las empresas han de valorar al becario no como una forma de conseguir mano de obra barata para las tareas más arduas y aburridas, ni como alguien que trabaja como los demás sin cobrar nada (o cobrando mucho menos).
Es cierto que es muy tentador para muchas empresas, sobre todo en el actual escenario de crisis económica, pero ni es ético ni es para lo que se ha creado la figura del becario.
La empresa que quiera contratar un becario puede dirigirse a cualquiera de las múltiples entidades que se encargan de gestionar su contratación, como pueden ser universidades, centros de formación o empresas que gestionen becas.
Allí podrán informarse de las condiciones, obligaciones y derechos de cada una de las partes y podrán indicar además sus preferencias. También pueden anunciar la búsqueda de becarios en anuncios o lugares de contratación.
La duración del contrato en prácticas no puede ser menor de 6 meses ni mayor de 2 años (o entre 3 y 9 meses en prácticas no laborales), aunque se puede modificar esto en base a un convenio colectivo que además fijará la retribución.
Algunos puntos a tener en cuenta antes de tomar una decisión:
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