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Esta semana está en marcha una ampliación de capital en IAG, la antigua Iberia. Debido a la ampliación el valor de la acción bajó alrededor de un 30% para el susto de muchos, pero en realidad el valor no solo no bajó, sino que subió.
Cuando una empresa cotizada realiza una ampliación de capital comienzan a cotizar los llamados derechos durante unos días.
Esos derechos tienen un valor en función del precio al que la empresa vaya a vender las nuevas acciones y a la proporción de acciones nuevas respecto a las antiguas.
La cotización de la acción se ve reducida en el mismo importe que el precio del derecho.
Para explicarlo utilizaremos la actual ampliación de capital de IAG.
Cuando se realiza una ampliación de capital en una empresa cotizada son los accionistas actuales los que tienen preferencia para comprar las nuevas acciones.
Así por cada acción en circulación los accionistas reciben un derecho de suscripción.
Con esos derechos podrán ejercer su derecho a comprar nuevas acciones, pueden vender esos derechos o también pueden comprar más derechos para contratar mayor número de acciones nuevas.
En una ampliación también hay que definir el número de derechos que se necesita para comprar las nuevas acciones.
En el caso de la ampliación de IAG por cada 2 acciones antiguas se pueden comprar 3 acciones nuevas. Así que por cada 2 derechos corresponde la compra de 3 acciones.
Al realizar una ampliación la empresa colocará las nuevas acciones a un precio determinado.
Para que la ampliación de capital sea atractiva para los accionistas lo habitual es que el precio de las acciones nuevas sea inferior al precio de cotización actual de la empresa.
El precio de la acción nueva es el que, teniendo en cuenta la proporción de derechos sobre acciones nuevas y la cotización, nos dará el valor del derecho.
Los derechos cotizarán durante unos días para que los accionistas puedan vender y comprar. Cualquier persona puede comprarlos en el mercado de valores para luego suscribir acciones.
En el caso del IAG el precio de las acciones nuevas se ha fijado en 0,92 €
La ampliación de capital comienza el día en que comienzan a cotizar los derechos de suscripción.
Ese día cotizan por un lado esos derechos para poder ser negociados y el precio de las acciones de la empresa se rebaja en las bolsas el equivalente al valor del derecho.
Así, si una acción cotiza a 10 € y los derechos valen 2 €, el resultado será que la acción pasa a cotizar a 8 €. En la apertura de ese día el accionista verá que sus acciones han bajado un 20% porque han pasado de valor 10 € a cotizar a 8 €.
Cuando eso pasa no hay que entrar en pánico pues el accionista tendrá por cada acción un derecho que cotiza a 2 €. Así que tendrá una acción que vale 8 € y un derecho que vale 2 €. En total sigue teniendo 10 € por acción.
Para calcular el valor del derecho se toma como referencia el valor de cierre de las acciones del día anterior al que comienzan a cotizar los derechos.
Un caso sencillo sería una empresa que realiza una ampliación de una acción nueva por cada acción antigua.
Si la acción cotiza a 10 € y en la ampliación las nuevas acciones se comprarán a 8 € el resultado es que el derecho vale 1 €.
Es decir, como las acciones nuevas se van a comprar 2 € por debajo del valor actual, resulta que el valor al que comenzará a cotizar el derecho es de 1 €,.
En el caso de nuestro ejemplo (pondremos números redondos) IAG cotizaba alrededor de 2,10 € al cierre de la sesión.
Como sabemos que se pueden comprar 3 acciones nuevas por cada 2 antiguas a un precio de 0,92 € cada acción ya podemos calcular el valor del derecho.
El valor del derecho será la diferencia entre el valor actual de cotización y el valor teórico de la cotización después de la ampliación.
El valor teórico de la cotización se calcula como la capitalización actual sumando el dinero que entra en la empresa con la ampliación y dividiendo entre el número de acciones final.
Ahora que tenemos el valor del derecho en 0,70 € es fácil calcular el valor al que va al que cotizará la empresa el primer día de ampliación.
Así comenzarán a cotizar acciones y derechos, pero es habitual que haya oscilaciones bruscas, especialmente en los derechos.
El último día en muchas ocasiones es un buen momento para comprar derechos porque los inversores que no quieren acudir a la ampliación tienen que vender sus derechos al precio que puedan.
Cuando hay una ampliación de capital el precio de las acciones baja, tal como hemos visto. La empresa tiene un valor que al repartirse entre mayor número de acciones provoca que cada acción valga menos.
El ejemplo típico es el de una tarta que hay que repartir entre 8 niños en trozos iguales. Si esa misma tarta la tenemos que repartir entre 12 niños el trozo de pastel que le corresponde a cada uno será menor.
Un buen ejemplo de dilución lo dieron varias empresas cotizadas que, tras la crisis de 2007, empezaron a pagar dividendo en acciones vía ampliación de capital. Eso provocó la caída del precio de sus acciones debido a la dilución.
Quizá el mayor ejemplo fue el protagonizado por el banco Santander. Cada vez tenía más acciones en circulación y eso rebajó la cotización.
Para evitar la dilución lo ideal es acudir a la ampliación de capital, es decir comprar las acciones que al accionista le correspondan vía derechos.
Pero no todos los accionistas están dispuestos a realizar ese desembolso o a aumentar su posición en esa empresa. Los que no acudan a la ampliación verán diluida su inversión por la rebaja en la cotización, aunque puedan recuperar parte vendiendo derechos.
Los accionistas tienen varias posibilidades cuando se enfrentan a una ampliación de capital.
Acudir a la ampliación de capital: es la única manera de evitar la dilución, pero hay que pagar las nuevas acciones. Eso supone aumentar la cantidad de dinero invertida en la empresa y asumir un riesgo superior.
Venderlo todo: la segunda opción es abandonar la inversión vendiendo las acciones y los derechos.
No acudir a la ampliación: el accionista mantiene sus acciones y vende los derechos. Recupera parte de su inversión con la venta de los derechos, pero su inversión quedará diluida al rebajar el porcentaje de participación que el accionista tiene en la compañía.
Vender derechos y comprar acciones: Una manera de evitar parte de la dilución sin desembolsar dinero es vender los derechos y con el dinero obtenido comprar acciones. De esa manera el accionista aumenta su número de acciones sin desembolsar dinero extra.
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