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Estamos empezando ver demasiados casos de personas que no pueden hacer frente a todos sus pagos, entre ellos la hipoteca. Según el último informa del Banco de España ya son el 19% las familias que no pueden hacer frente a sus gastos básicos con sus ingresos, y el ese número no para de crecer.
Todos conocemos a personas, ya sean familia o amigos, que no llegan a fin de mes. La subida de impuestos, de la alimentación, de la energía y de las hipotecas ya está destrozando la economía de millones de familias que no pueden afrontar sus pagos.
Si preguntamos por el problema de las hipotecas a políticos y a bancos nos contarán una versión idealizada del problema, pero nosotros hemos hablado con personas que no pueden pagar y nadie les da solución.
Las medidas lanzadas por el gobierno para el problema de las hipotecas apenas han tenido impacto. El propio Ministerio habla de apenas 33.000 solicitudes hasta mayo, pero gran parte de ellas o se han desestimado o los solicitantes han desistido al comprobar que las condiciones no eran tan beneficiosas.
Personas de nuestro entorno que han acudido al banco para intentar ampliar plazos o para reunificar otros préstamos en la hipoteca han recibido respuesta negativa, incluso presentando avales de familiares.
Contamos esto porque no queremos que nadie se lleve a engaño, la solución es realmente complicada y ni Gobierno ni bancos están dando soluciones reales al problema. Es muy probable que busques información en Internet y leas que hay ayudas, que negocies con el banco, que reunifiques deudas y otras soluciones que suenen fáciles. La realidad es que cualquiera de esas opciones es muy complicada, la mayoría de la gente desiste por la dificultad.
Cuando no llegamos a fin de mes el consejo más evidente que recibirás es que debes intentar reducir tus gastos y aumentar tus ingresos.
Es algo que damos por hecho que ya has tenido en cuenta, así que no vamos a insistir mucho, simplemente te lo recordamos. Busca fuentes alternativas de ingresos e intenta eliminar los gastos no necesarios.
El primer paso es acudir al banco a plantear el problema e intentar negociar alguna solución, en este punto intenta ser directo y exige que te digan la verdad. Estamos ya cansados de testimonios de personas que van al banco y reciben buenas palabras y les empiezan a pedir documentación. Después de 1 meses preparando papeles les siguen mareando con más papeles o preguntando si tienen algún avalista. Tras perder un par de meses lo normal es que desde el banco te digan que los de riesgos no lo han autorizado, que se están poniendo muy estrictos y otras excusas.
Si tienes deudas además de la hipoteca debes intentar reunificarlas en una sola deuda, generalmente en la hipoteca. Así eliminas las deudas con menor plazo y mayor interés y pasas a tener una deuda a mayor plazo y menor tipo de interés. La reunificación debes intentarla en primer lugar con el banco en el que tienes la hipoteca. Si no te la conceden puedes probar con otras entidades o empresas.
Si tienes unos ingresos familiares elevados es posible conseguir una reunificación, en caso contrario será complicado.
Si no hemos conseguido una refinanciación, un periodo de carencia o acogernos al código de buenas prácticas, una opción es vender o alquilar la vivienda. Es una decisión desesperada a la que por desgracia acuden cada vez más personas.
Conocemos personas que han alquilado su vivienda en propiedad y se han trasladado a una vivienda de un coste menor, por ser más pequeña o por estar en una zona algo más barata. También conocemos de primera mano a personas que han alquilado su vivienda y está viviendo con sus padres, ya que es la única manera que han encontrado de poder pagar su hipoteca.
Un amigo muy cercano ha tenido que vender su vivienda para poder liquidar su hipoteca y otros préstamos que ha ido pidiendo. En el banco no le daban ninguna solución, y al final le ha tocado vender su casa y plantearse empezar de cero, pero sin deudas.
Según los últimos datos publicados por el Consejo General del Notariado, el número de compas de viviendas sin hipoteca se han disparado y ya son más del 50% del total de las compras de vivienda. Eso es debido a que los que están comprando son inversores que tienen dinero y los que están vendiendo con descuento son mayoritariamente personas que no pueden hacer frente a sus gastos mensuales. Esto está pasando, y simplemente hay que acudir a los datos para verlo.
Si no puedes vender la vivienda, bien por no encontrar comprador o bien porque el importe de la hipoteca es superior al precio de venta, puedes hablar con el banco para negociar una dación en pago.
Es una mala opción, pero en caso extremo al menos te libera de la deuda que tienes con el banco y te permite empezar desde cero.
Esta opción es también complicada, porque los bancos no quieren tener más bolsa de vivienda, pero si ven que no van a cobrar de otra manera a lo mejor acceden a negociar.
La experiencia nos dice que lo peor que puedes hacer para pagar la hipoteca es endeudarte con nuevos préstamos o créditos. Préstamos personales y tarjeta de crédito es la peor vía para pagar cuotas de una hipoteca, lo único que vas a conseguir es generar un problema mucho mayor en el corto y medio plazo, y algo inasumible en el largo plazo.
Tenemos muchos testimonios de personas que han pedido un préstamo personal, un préstamo preconcedido o directamente de la tarjeta de crédito. Un préstamo puede ser una solución a corto plazo que nos permita pagar una o varias cuotas de la hipoteca, pero cuando hayamos gastado todo el dinero del préstamo tendremos una hipoteca que no podeos pagar u además una bonita cuota del préstamo o de la tarjeta.
Si no podíamos pagar la hipoteca, no podremos pagar la hipoteca y además el préstamo. De repente tendrás un problema más grande que al principio.
Sui nada de lo anterior ha funcionado, y antes de ponerte a pedir préstamos o tirar de tarjeta, es casi mejor dejar de pagar alguna cuota, si realmente no puedes pagar.
Esto es algo extremo, pero si no puedes pagar, pues no pagues, pero no sigas endeudándote o será peor. Si llegas al extremo de no pagar porque realmente no puedes pagar, pero tienes voluntad de seguir pagando, es posible que el banco se abra a negociar.
Si vas hasta el cuello, pero vas pagando las cuotas el banco no va a negociar, a lo mejor te están pagando las cuotas familiares o amigos, pero eso al banco le da igual. Si pagas religiosamente ellos están bien. Si dejas de pagar, y claramente es porque no tienes alternativa, ellos empiezan a tener un problema y pueden estar abiertos a alargar plazos para que puedas pagar más cómodamente.
Para el banco es mejor rebajar la cuota a la mitad y que la pagues a que dejes de pagar.
Si no puedes pagar la hipoteca tienes un problema, y la mayoría de soluciones son muy complicadas, muy desesperantes y muy frustrantes, que nadie te engañe.
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