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Internet nos ofrece un amplio y variado horizonte de posibilidades para obtener financiación que van desde las pequeñas ayudas económicas puntuales hasta la obtención de patrocinadores individuales o colectivos para una empresa o un proyecto determinado. Vamos a revisar algunos de estos sistemas de financiación.
Los bancos llevan años haciendo esfuerzos para adaptar sus estructuras a la nueva realidad tecnológica y ya son muchos los que ofrecen financiación a través de Internet. Veamos algunos ejemplos:
El BBVA también te permite solicitar un préstamo personal online. Está pensado para cantidades mayores y un plazo de devolución superior. Su importe puede variar desde los citados 3.000 euros hasta los 75.000 euros, con un tiempo de devolución que varía de 24 a 96 meses.
La opción más rápida y directa para conseguir dinero a través de Internet son los minicréditos online. En pocos minutos se obtiene la contestación a la solicitud y el ingreso del importe solicitado puede ser en el plazo de pocas horas o en 48 horas, en función del proceso mismo de la transferencia. Son importes pequeños destinados más bien a poder salvar una situación puntual que a conseguir una financiación importante para un proyecto.
Como ventaja a tener en cuenta, es que muchos de ellos conceden el crédito inicial sin intereses, normalmente por un importe alrededor de los 300 euros, son los llamados préstamos gratis. Este es el caso de Vivus y HolaDinero. Otras entidades como CréditoZen pueden subir el importe de la cantidad prestada hasta 1.000 euros. Hay que tener en cuenta que estos créditos no exigen muchas garantías y como contraprestación tienen un elevado tipo de interés por lo que hay que tener muy claro que se pueden devolver el dinero en la fecha estipulada.
El crowdfunding es un sistema de financiación alternativo que cada día gana más adeptos. Su planteamiento es conseguir pequeñas aportaciones de dinero de particulares para poder desarrollar un determinado proyecto. Esta idea impensable hace pocos años arraiga cada vez más en pequeños promotores con ideas novedosas. Los mecenas que aportan el dinero consiguen a cambio beneficios sobre los productos o servicios que se tratan de crear y promocionar, ya sean artículos económicamente más ajustados o cualquier otro servicio que se haya promocionado.
La forma de conseguir todo esto es a través de las plataformas de Crowdfunding. En España existen varias, cada una de ellas con diferentes filosofías.
Así, Goteo se centra en proyectos que tengan un valor añadido para la comunidad, normalmente son iniciativas novedosas con fines de carácter social, ya sea educativo, científico, cultural o relacionado con el medio ambiente. Esta política de beneficio del bien común implica que el proyecto tiene que poder ser utilizable también tanto por terceras personas como por diferentes colectivos.
A diferencia de Goteo, en la plataforma Verkami los creadores del proyecto sí mantienen todos los derechos sobre sus creaciones. Suelen ser proyectos artísticos y culturales, y los mecenas reciben productos exclusivos, ediciones limitadas o diferentes recompensas.
Esta plataforma está destinada a promocionar todo tipo de proyectos que se agrupan en diversas categorías: hostelería, industria, ocio, tecnología, etc.
Aquí la recompensa por las aportaciones no es recibir regalos o descuentos, sino que principalmente se ofrecen acciones o participaciones en la entidad emprendedora. A pesar de esto, también es posible encontrar otro tipo de recompensas singulares que van desde colaboraciones y trabajos hasta alojamiento.
El concepto de Business Angel es muy conocido en Estados Unidos y poco a poco va tomando fuerza en Europa. En este formato, un individuo aporta su propio dinero, e incluso su dinero y experiencia, para promocionar a personas desconocidas en la creación de nuevas empresas. Dado que el inversor es una sola persona física, el perfil de éste determinará el tipo de contribución que realice. Hay que tener en cuenta que son personas totalmente independientes y que aunque buscan ganar dinero, no siempre es lo único que les motiva. La falta de liquidez propia de los negocios incipientes suele ser un factor desaconsejable para la financiación bancaria que puede sepultar el proyecto prematuramente con una gran presión crediticia.
Las subvenciones públicas no siempre son un plato fácil de digerir, pero actualmente el acceso telemático a gran parte de las mismas nos puede permitir informarnos rápidamente de un gran número de ellas entre las cuales se podría encontrar una que se ajuste a nuestras necesidades.
También existen otros sistemas de financiación en cuanto a compras se refiere. Actualmente, Samsung tiene un programa de financiación en colaboración con Caixabank, llamado Samsung online shop que permite aplazar el pago con un 0% de interés a pagar en un plazo máximo de 24 meses para cantidades entre 600 y 3000 euros y entre 3 y 12 meses para cantidades comprendidas entre los 300 y 600 euros.
Apple Online Store también permite un aplazamiento de 3 a 12 meses sin intereses para compras superiores a 150 euros. Y Worten, que colabora con el Banco Santander, te permite aplazar tus compras hasta 30 meses sin intereses.
Como hemos podido ver existen múltiples opciones de financiación que se pueden encontrar en Internet. Para las más pequeñas puede ser suficiente tener en consideración si realmente son necesarias y si podemos devolver el importe solicitado en el plazo previsto, normalmente muy corto. En el caso de financiación para proyectos de mayor envergadura es importante tener un plan concreto a nivel económico tanto para presentar a nuestros posibles prestamistas, colaboradores y mecenas como para llevar un cumplimiento puntual y ordenado de todas las obligaciones económicas.
Y por supuesto, apoyarse al máximo en las nuevas tecnologías, sin las cuales la capacidad de promoción y difusión de nuevos proyectos queda muy limitada.
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